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Oct

2021

Escolares regalan su tiempo y un día diferente a adultos mayores

Con escoba, pala y brocha en mano, estudiantes de tercero medio se pusieron al servicio de los participantes del Programa de Apoyo al Adulto Mayor de Renca. Limpiaron y pintaron sus casas, además de compartir y conocer cómo vive una de las poblaciones más vulnerables del país. Una jornada distinta, un ganar-ganar solidario para todos, que puedes conocer aquí.

Por María Luisa Galán

En el mes dedicado a las personas mayores, las demostraciones de apoyo y cariño hacia ellos continúan. Es el caso del colegio San Miguel Arcángel, cuyos alumnos de segundo medio ayudaron a los participantes del Programa de Atención Domiciliaria al Adulto Mayor (PADAM) de Renca a arreglar sus viviendas.

Fueron sesenta jóvenes quienes se trasladaron desde Las Condes hacia la zona sur de Santiago. Se dividieron en equipos, se arremangaron camisas y blusas, y se dispusieron a limpiar casas, pintar paredes y hacer un aseo profundo a la capilla del PADAM, que debido a la pandemia estuvo cerrada por más de un año y medio.

“Muchos adultos que están solos no pueden hacer aseo bien hecho, porque tienen poca movilidad, otros porque están muy mayores. Para nosotros es fundamental ese apoyo, porque, además, a la persona mayor le genera un cambio de actitud ante la vida cuando hay personas que se interesan en ellos y voluntariamente quieren limpiar su casa, ordenar su ropa, ayudarles. Eso genera su entorno mejore, se vea más bonito. Este día es ganancia total, para todos lados”, cuenta Claudia Méndez, jefa del PADAM de Renca.

Hace más de cinco años que existe esta alianza con el colegio San Miguel Arcángel, permitiendo visitas anuales y otro tipo de ayuda a la comunidad en situación de pobreza. Pilar González es encargada de la pastoral familiar y una de las docentes que coordina esta iniciativa. Dice: “Nuestro proyecto se llama ‘visitación’, que viene de la parte del Evangelio cuando María visita a su prima Isabel. Los alumnos van bien contentos. Partimos hace unos años con los niños de quinto y sexto básico que iban a la sede a hacer actividades entretenidas. Jugábamos bingo y los niños se sorprendían con los consejos que les daban los adultos mayores, como esos que dan los abuelos. Les decían: estudia, aprovecha lo que tienes, sé agradecido; palabras preciosas”.

Y agrega, a raíz de su última actividad: “Uno siempre dice: ‘voy a dar’, pero no, uno va a recibir de esa experiencia maravillosa, de esas casas que quizás estaba desaseada y en un estado tan precario. Pero no es tanto lo que tengo que hacer, sino tanto lo que puedo recibir. Es aprender a dar gracias, descubrir que mis manos son útiles, que mi palabra es adecuada para dar ánimo y esperanza. Es sentirse útil en el mundo de hoy”.

Durante el 2021, esta no ha sido su única actividad. En agosto, en el Mes de la Solidaridad, niños de quinto básico y adultos mayores intercambiaron cartas sobre sus respectivas experiencias en pandemia.

“Para nosotros es fundamental tener estas alianzas, con colegios, estudiantes, con la comunidad en general, porque se genera la conciencia respecto a la situación de pobreza que viven muchos adultos mayores, de extrema pobreza en un porcentaje importante y de abandono. Para nosotros es importante que la juventud vaya visualizando y haciendo este enganche de poder seguir haciendo acción comunitaria”, cuenta Claudia, quien agrega que uno de los jóvenes y su familia, pretende seguir el vínculo con la persona que visitaron.

Y, además de continuar con el vínculo, muchos de los jóvenes se sorprendieron con su visita a los adultos mayores porque su realidad no dista mucho de lo que viven sus propios seres queridos. “Lo conversaba con uno de los estudiantes que vio a una señora que tiene una vida súper parecida a la de su abuelita. Me decía: ‘Sale cada tres días muy asustada por la pandemia, vuelve y está solita y si no la vamos a ver los nietos, no la va a ver nadie’. Entonces ellos quedaron entusiasmados y con pena, pero les dije que del Hogar de Cristo los van a visita y ojalá podamos ir de nuevo”, concluye Pilar.