Las restauraciones se llevarán a cabo durante todo enero con parte de los recursos obtenidos en última Cena Pan y Vino.

Este 2016 sin duda comenzará en forma positiva para dos de nuestros acogidos en el programa de Atención Domiciliaria para Adulto Mayor (PADAM) de Tirúa, quienes recibirán apoyo para la reparación de sus viviendas gracias a los recursos y donaciones obtenidos en la cena Pan y Vino.

“Los adultos mayores que pertenecen a este programa sufren algún tipo de exclusión social, aislamiento, escasos recursos, maltratos, entre otras carencias. Es por eso que trabajamos con ellos para ayudarlos a tener una mejorar calidad de vida, ya sea desde la entrega de recursos hasta la simple compañía” explicó Pamela Melo, monitora del programa social.

La reconstrucción 

Alejandrina Carrillo es viuda y a los 89 años de edad, vive en el sector Los Maquis con su hijo Juan. Alejada de la urbe, recibe una pensión de $85 mil pesos y hace 4 años es parte de este programa social del Hogar de Cristo.

En noviembre pasado su cocina se estropeó y costear la reparación con su precaria pensión era imposible, razón por la que su hijo construyó una choza con un fogón provisorio alejado de la casa. Durante varios meses estuvieron preparando sus comidas en una cabaña sin ventilación, afectando enormemente su salud, hasta que por fin en enero los voluntarios de la Fundación iniciaron la reconstrucción de la habitación que tan sólo tardó dos días.

En las próximas semanas se iniciarán los trabajos en la vivienda de Filamir Saavedra, adulto mayor de 86 años, habitante del sector rural. El paso del tiempo ha causado estragos en su propiedad, y su casa no cuenta con las condiciones mínimas para vivir ya que no posee baño, electricidad, ni agua potable. Los trabajadores y voluntarios del Hogar de Cristo en Tirúa ya se encuentran dispuestos a comenzar la pronta reparación, para ofrecerle en el corto plazo una mejor calidad de vida y las condiciones básicas de habitabilidad en el que por años ha sido su hogar.