La Fundación Hogar de Cristo (HDC) ha luchado desde hace 75 años contra la vulneración de derechos de personas que se encuentran en situación de pobreza, brindando abrigo, techo y alimento a aquellos quienes más lo necesitan.

Son muchos los programas y líneas de acción en las que trabajamos incansablemente, pero que sin el valioso aporte de nuestros socios, sería imposible desarrollar y mantener nuestra tarea. Conoce parte de nuestra historia y descubre 5 razones que te motivarán a ser parte de nuestra familia.

Fundación Hogar de Cristo: una gota de esperanza

La historia del Hogar de Cristo se remonta a mediados de los años de 1940, cuando nuestro fundador, el padre Alberto Hurtado, se topó con un hombre enfermo que sufría las inclemencias de la lluvia y el frío. Estaba enfermo e indefenso y el padre Hurtado vio en él la encarnación de la desigualdad y la pobreza, entendida como la mayor vulneración de los derechos de un ser humano, y decidió que esa realidad que afectaba a cientos de chilenos no podía seguir ignorándose.

Desde entonces se enfocó en sentar la bases de lo que hoy en día es el Hogar de Cristo, una institución que trabaja constantemente para mejorar la calidad de vida de miles de personas, reparando el daño asociado a la pobreza, brindando esperanzas y nuevas oportunidades.

¿Por qué aportar a la causa de Hogar de Cristo?

Lo que comenzó como un pequeño proyecto para brindar “pan, techo y abrigo” ha trascendido para ser mucho más. Lo nuestro no es caridad ni paternalismo; es apoyo real, concreto, respetuoso, buscando que las personas más excluidas logren integrarse; es estudio e incidencia en políticas sociales. ¿Por qué aportar a la fundación?

1. Por los niños y jóvenes

En HDC sabemos que el futuro de los niños es ahora, como decía el padre Hurtado, y nos ocupamos de ellos, ayudándolos a cumplir sus metas, por eso tenemos programas para proteger la infancia vulnerada, como 7 residencias de protección a lo largo del país, que buscan restablecer el derecho a vivir en un contexto familiar.

Además, nuestra Fundación Súmate cuenta con cerca de un millar de estudiantes en escuelas, aulas y programas de reingreso que en ellas han logrado recuperar su derecho a la educación, lo que les permite proyectar un futuro mejor. A esto se agregan 40 salas cuna y jardines infantiles, ubicados en las comunas más pobres del país, en las fronteras de la exclusión, donde mediante el método Montesori, se consigue aprovechar su capacidad de aprendizaje en una etapa clave del desarrollo.

2. Por nuestros adultos mayores

Aunque muchos crean que las personas de la tercera y cuarta edad son problema de sus familiares, en Hogar de Cristo valoramos lo que ellos han hecho por todos, por nuestra sociedad toda su vida. Ellos representan parte de nuestro desarrollo y nuestra historia, y merecen una vejez digna. Es tiempo para que descansen y disfruten de la tranquilidad.

Para ellos creamos Centros de Encuentro Especializado, programas ambulatorios destinados a adultos mayores en situación de pobreza y exclusión social con nivel de dependencia leve. Programas de Atención Domiciliaria Especializada, donde se atienden adultos mayores en situación de pobreza y exclusión social con niveles de dependencia moderada y grave. Residencias para Adultos Mayores que acogen a los adultos mayores en situación de pobreza, con alto nivel de dependencia y sin redes de apoyo.

3. Por las personas en situación de calle

Vivir en la calle es la expresión más cruda y extrema de la pobreza y vulneración. No distingue clase, estatus, profesión, porque suele ocurrir después de un trauma personal o familiar límite.En HDC comprendemos lo difícil de esta situación y sabemos que  mientras más tiempo se permanezca en calle, mayor será el deterioro de las personas, afectando sus capacidades, autoestima, relaciones familiares y expectativas.

Cuando se vive en calle, el consumo problemático de alcohol y otras drogas surge como un mal remedio, pero que permite paliar la soledad y el abandono. El trauma y el dolor emocional. Este consumo profundiza aún más los niveles de exclusión.

Para las personas en situación de calle disponemos de programas de acogida que brindan acompañamiento psicosocial, casas de acogida que buscan favorecer la inclusión y hospederías con servicios de alojamiento nocturno, alimentación y apoyo básico.

4. Por las personas en situación de discapacidad

Las personas en situación de discapacidad física, psicológica o psiquiátrica son frecuentemente excluidas por la sociedad, y esto se acentúa si además es pobre. Pensando en ellos creamos Centros Ambulatorios Especializados, el programa Salud Mental Calle, el Centro de Preparación para el Trabajo. En modalidad residencial contamos con el Programa de Apoyo Familiar Domiciliario (PAFAM) y el que las prepara para Vida Independiente.

5. Por la inclusión laboral

Porque creemos en el potencial de todas las personas, sabemos que no todos han tenido las mismas oportunidades de prepararse y contar con estudios superiores o formación en un oficio, por eso queremos dar oportunidades de inclusión laboral a través de nuestra Fundación Emplea, sin distinción de género, raza, credo u opinión a los que han estado marginados del mercado del trabajo por su pobreza.

6. Por solidaridad

Tenemos muchos otros programas para diferentes sectores de la sociedad que se ven en constante vulneración y exclusión, como aquellos que tienen consumo problemático de alcohol y de otras drogas. Todos los programas descritos buscan dar dignidad a quienes padecen la peor vulneración de derechos, la pobreza multidimensional, y a quienes se involucran y nos ayudan, el dar, el practicar la generosidad les enriquece el alma.

Como decía Alberto Hurtado, “el amor al prójimo supone la justicia, sin ella no hay amor verdadero. Hay que dar al prójimo no solo el bien externo y material que es suyo, sino algo mucho más profundo: uno mismo”. A eso te invitamos, a ayudar a los otros, como te gustaría ser ayudado.

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Combatir la exclusión y vulneración de derechos es deber todos, no debemos ser insensibles ante los problemas que afectan nuestra sociedad. En el Hogar de Cristo te damos la oportunidad de aportar a hacer de Chile un país más digno y justo. Conviértete en socio o realiza una donación. Juntos podemos lograr muchas cosas y llegar mucho más lejos.