Mar
2021
Redes de explotación sexual acechan a las niñas en residencias de protección
En el segundo programa “Hora de Conversar” que transmite Hogar de Cristo, la experta en erradicación y prevención de esta lacra de la OEA, la uruguaya Alejandra di Pierro, dialogó con el psicólogo Carlos Vöhringer, del Hogar de Cristo, sobre las dramáticas consecuencias del abuso sexual en la infancia y de un grave problema que no ha sido suficientemente abordado: las mafias que rondan a las niñas más vulnerables.
Por María Teresa Villafrade
En el segundo capítulo del programa “Hora de Conversar”, en su temporada 2021, participaron la trabajadora social Alejandra di Pierro, del Instituto Interamericano de Niños, Niñas y Adolescentes (IIN) de la Organización de Estados Americanos (OEA), y el Director Técnico de Protección Integral de Hogar de Cristo, el psicólogo Carlos Vöhringer.
El Instituto Interamericano del Niño, Niña y Adolescente es un organismo especializado de la OEA cuyo objetivo es brindar asistencia técnica a los estados en el diseño, evaluación e implementación de políticas públicas en niñez y adolescencia. En el caso de Chile, el principal interlocutor es el Sename o el nuevo Servicio de Protección Especializado en Niñez y Adolescencia, pero están vinculados con todas las instituciones que trabajan en esta área en nuestro país.
Alejandra di Pierro es la coordinadora del Programa de Cooperación Interamericana para la Prevención y Erradicación de la Explotación Sexual, Tráfico y Trata de Niños, Niñas y Adolescentes del IIN, y explicó que para el período 2019-2023, la entidad ha priorizado líneas temáticas como la prevención y erradicación de todas formas de violencia, la promoción de la participación infantil y adolescente, la niñez migrante, el derecho a vivir en familia, la primera infancia y particularmente la explotación sexual.
Respecto a esto último, Carlos Vöhringer contó cómo el Hogar de Cristo se ha encontrado frente a frente con el gravísimo problema de la explotación sexual al abrir una residencia femenina de protección de alto estándar en Viña del Mar el 2018.
“En el proceso piloto de este nuevo modelo de residencia que desarrollamos con otras fundaciones aportantes y la Universidad Católica, a poco andar y pese a tener un muy buen equipo de trabajo, nos dimos cuenta que las niñas estaban siendo contactadas por personas pertenecientes a algún tipo de red de explotación sexual. Estas redes son invisibles y tienen la habilidad de detectar su vulnerabilidad y llegar a ellas”, explicó Vöhringer.
Alejandra di Pierro explicó que ya desde 2012 se han clarificados los conceptos y el Instituto optó por usar el término explotación sexual y eliminó los términos “prostitución infantil”, “pornografía infantil” y “turismo sexual infantil” ya que los niños son víctimas y no existe consentimiento. No existen los niños prostitutos, ni los niños pornógrafos, los menores de edad involucrados en estos delitos son víctimas.
“Hay varios escenarios y contextos en donde se producen formas de explotación sexual. Si consideramos que la mayor causal de ingreso de las niñas a la residencia de protección es el abuso sexual y/o la violación, esto las hace más vulnerables aún ante el actuar de los explotadores sexuales. Es un tema muy complejo y la intersectorialidad acá es fundamental. Lamentablemente, estas prácticas se sostienen por la tolerancia social que hay respecto de ellas”, agregó.
Nuestras sociedades, además de machistas son adultocéntricas y ponen a los niños, niñas y adolescentes por debajo de los adultos como si fueran objetos de posesión. La especialista sostuvo que hay que sensibilizar a toda la población sobre ello y que existe un programa interamericano de capacitación que ofrece un curso de Explotación Sexual en modalidad semipresencial en el que Chile siempre participa.
LEYES BIEN HECHAS NO SON SUFICIENTES
El libro “Del dicho al derecho: Ser niña en una residencia de protección” lanzado el 17 de marzo por Hogar de Cristo denuncia precisamente varios aspectos que contribuyen a que este problema no sea debidamente abordado por las autoridades pertinentes. Carlos Vöhringer recordó que el delito de explotación sexual como tal ni siquiera está tipificado en la legislación chilena.
“La mayoría de las causas están archivadas y no existe una legislación moderna para perseguir delitos tan graves como estos”, acotó. Si a ello se suma que en nuestro país no existe una Ley de Garantías de la Niñez y Adolescencia, el escenario es dramático.
“Leyes bien hechas tampoco alcanzan porque si no sensibilizamos y capacitamos a todos los involucrados y los profesionales no se apropian de esta perspectiva de protección de derechos, éstas tampoco se aplican correctamente”, respondió la experta de la OEA, quien alertó que hoy con internet no existen espacios seguros para los niños, niñas y adolescentes y que durante la pandemia, la Interpol ha detectado un alarmante aumento en el intercambio de imágenes de abuso sexual infantil.
Revisa aquí el video con toda la conversación.
¿Te interesa contribuir con las niñas vulnerables? Entonces…