Durante tres días, casi 400 voluntarios de nuestra Fundación se reunieron en Picarquín, Región de O’Higgins, para ser parte del Primer Encuentro Nacional de Voluntarios.

La invitación se había hecho hace meses. Los días 29, 30 y 31 de octubre estaban marcados en el calendario de un importante grupo de trabajadores y voluntarios del Hogar de Cristo, como una actividad imperdible. Serían tres días compartiendo experiencias, asistiendo a charlas, realizando dinámicas de grupo y trabajando juntos por lograr una sociedad más justa y solidaria.

El lugar elegido fue la Hacienda Picarquín, localidad ubicada en la comuna de San Francisco de Mostazal, a 30 kilómetros de Rancagua, hasta donde llegaron casi 400 de nuestros voluntarios, de edades entre 16 y 86 años, y provenientes de prácticamente todas las regiones de Chile. Desde Arica a Punta Arenas, pasando por Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Rancagua, Talca, Temuco, Valdivia, Concepción y Coyhaique, sólo por nombrar algunos, los entusiastas voluntarios de diferentes zonas del país se hicieron presentes en este Primer Encuentro.

“Lo que buscábamos como Fundación al realizar este Encuentro”, comentó Ingrid Gallardo, Subdirectora de Promoción y Cultura Solidaria del Hogar de Cristo, “es reconocer la tremenda labor que desarrollan nuestros voluntarios en sus respectivas ciudades y además, vivenciar el sentido de cuerpo nacional y corporativo que tenemos en el Hogar, así como reforzar la adhesión a la causa de la Solidaridad y generar espacios de formación”.

Talleres, charlas y dinámicas, paneles de conversación y trabajos que invitaban a la reflexión fueron algunas de los módulos en que participaron los voluntarios, donde se trataron temas como la pobreza en el mundo de hoy, el liderazgo, el cambio social, lo que motiva a cada persona a ser voluntario y reflexiones sobre el voluntariado como un movimiento mundial para la superación de la pobreza, entre otros.

Como expositores estuvieron presentes Paulo Egenau, nuestro director ejecutivo del Hogar de Cristo, así como también representantes de la Red de Voluntarios de Chile, Trato Hecho y América Solidaria, en un Encuentro que además contó con la participación de la Orquesta y Coro Femenino del Liceo Santa Marta de Talca.

A juicio de Pablo Walker, Capellán General del Hogar de Cristo, “las motivaciones de hacer este primer encuentro fueron varias. Una de ellas era hacer un reconocimiento, un agradecimiento claro a cada voluntario y voluntaria de cada rincón del país, porque esa vocación es sagrada y preciosa. Cada uno de ellos es una joya, porque dentro ha despertado hace tiempo el querer estar disponible a la necesidad de su hermano”.

Pablo Walker agregó que “junto con este deseo de agradecer, nos movía el deseo de desatar la solidaridad a todo nivel. Desatar la solidaridad entre voluntarios y trabajadores de los programas Hogar de Cristo, y también desatar la solidaridad mucho más allá de nuestros programas con un verdadero sentido de innovación, para que la mentalidad inclusiva y el reconocimiento de la dignidad del más pobre llegue a  cada barrio, ciudad y campo. Así será un “fuego que enciende otros fuegos”.