Oct
2018
17 de octubre: Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza
En el mundo todos/as acordamos trabajar para superar la pobreza generando alianzas. Estamos comprometidos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Hoy en Chile hay más de 3,5 millones de personas viviendo diversas experiencias de pobreza y en este Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, las organizaciones de la sociedad civil queremos hablarte, para que reflexiones sobre las urgencias sociales que Chile debe resolver ahora.
NUEVAS POBREZAS
Nuestra población ya está sufriendo los efectos de las pobrezas de la modernidad y tenemos que hacerles frente y adelantarnos a las que vendrán.
¿De qué estamos hablando? hablamos de las pobrezas que produce y producirá el cambio climático, como la sequía y la obligación de modificar los cultivos, hablamos de la acumulación de contaminantes en el agua y el aire, de la extinción de especies, de la explotación de monocultivos que degradan el hábitat, de las zonas de sacrificio.
Hablamos del centralismo, de la falta de participación en las decisiones que afectan nuestra vida. De la pobreza del tiempo, de la pobreza de la tecnología.
Pero también hablamos de las nuevas pobrezas al hablar de la convivencia social: ¿cómo nos tratamos, cómo nos relacionamos, y, sobretodo, cómo enmarcamos toda acción del Estado, la empresa y la sociedad civil, en el marco de los Derechos Humanos?
VULNERABILIDADES
La vulnerabilidad significa que no tenemos cómo protegernos frente a la pérdida del empleo, una enfermedad o desastres socio-naturales, y más allá de nuestras cifras macroeconómicas, más del 70% de los chilenos vive en vulnerabilidad.
Desde nuestra mirada hay dos grupos que sin duda son los más vulnerables entre todos: nos referimos a la infancia y los adultos mayores. Ellos requieren todos nuestros esfuerzos como país.
Si realmente aspiramos a que nadie se quede atrás, debemos ponernos de acuerdo hacia dónde apuntamos las políticas sociales, los recursos y los esfuerzos. Esta decisión es del Estado, pero es imposible que lo haga solo.
Por eso, el Sector privado y Sociedad Civil tenemos la obligación de ser parte de una nueva generación de políticas sociales que disminuyan las diferencias, que otorguen oportunidades equivalentes, que acorten brechas, que emparejen la cancha donde todos tenemos derecho a jugar.
POBREZAS INVISIBLES
Casi 78 mil niños, niñas y adolescentes están privados de su derecho a la educación. De ellos, un tercio están en el Sename. Como no marchan, nadie los ve. Así, desde 2014, el presupuesto para escuelas de reingreso, ha ido en disminución.
Casi 14 mil personas con discapacidad mental viven ambas formas de pobreza -por ingresos y multidimensional-, lo cual se traduce en una doble exclusión. Ellos son invisibles, porque la estigmatización y el prejuicio, hace incluso que se les esconda.
Una creciente población de adultos mayores está fragilizada y excluida, con resultados como el de Jorge, que mató a Elsa, su mujer, postrada, con metástasis, y luego se suicidó, estresado y desesperado porque querían separarlos. El caso impactó pero ya se olvidó, porque la pobreza cotidiana de los viejos es invisible.
APOROFOBIA
La aporofobia es más que la palabra del año. Sentir rechazo a quienes viven en pobreza, eso es la aporofobia.
Este sentimiento no es nuevo, existe desde el origen de la sociedad humana. Es dejar de sentir empatía, responsabilidad y solidaridad hacia otro ser humano.
Es tan absurdo creerse mejor que otros por tener riquezas, porque olvidamos que siempre habrá personas más ricas y personas que han acumulado más desventajas que nosotros.
Racismo, clasismo, sexismo, aporofobia, se resumen en desprecio.
¿Sigues pensando que hay personas que por no tener las mismas oportunidades y riquezas, no tienen nada que compartir y aportar a nuestro país?
Avancemos juntos en la superación de la pobreza con acciones concretas, desde el sector donde cada uno se desempeña, tanto de manera individual como colectivas.
Es responsabilidad de todos disminuir las diferencias.