Oct
2021
Voto anticipado: Por la participación de todes
Ad portas de las elecciones presidenciales, Hogar de Cristo como miembro de la iniciativa Ahora Nos Toca Participar, se unió al petitorio hacia el Servel para facilitar el sufragio a quienes por diversos motivos no pueden concurrir a los locales de votación: personas en situación de calle, adultos mayores con movilidad reducida, no videntes, entre otros. Aquí que te contamos de un proyecto de ley en la materia y un poco más.
Por María Luisa Galán
Más de siete millones de personas sufragaron en el plebiscito del 2020. Un poco más de seis millones en las elecciones de los convencionales este 2021 y algo más de tres millones en las últimas primarias presidenciales. Esos fueron los que quisieron o pudieron, pero hay un universo de electores que no pueden hacerlo. Unos porque están privados de libertad, otros por ser adultos mayores con movilidad restringida. También están los que tienen alguna discapacidad que les impide llegar a su mesa que está en un tercer piso de un local donde no hay ascensor y los que viven en situación de calle y temen ser discriminados.
Para ellos y muchos otros, Ahora Nos Toca Participar –iniciativa ciudadana que agrupa a organizaciones sociales de todo el país– lidera una Mesa Ampliada de oenegés que buscan tener elecciones más inclusivas. Un documento con tres páginas con propuestas fue presentado al Servicio Electoral el 3 de agosto pasado. En él se pide el voto anticipado y mayores garantías para personas trans, discapacitados, privados de libertad, migrantes, adultos mayores y personas en situación de calle.
“La participación es un derecho y por lo tanto corresponde a los Estados garantizar que las personas puedan hacer ejercicio de ese derecho. En esa lógica se construye lo del voto asistido, anticipado. En otros países existe el voto domiciliario, digital, por ejemplo”, dice María Isabel Robles, trabajadora social y directora técnica del Hogar de Cristo.
En septiembre del 2020 un grupo de parlamentarios ingresaron a la Cámara un proyecto de ley que permitirá al Servel realizar el voto anticipado. Esto es facilitar el sufragio a electores que por distintas razones no pueden presentarse en su mesa de votación el día de la jornada electoral. En específico, el artículo señala que el beneficio sería para adultos mayores, personas que tengan problemas de diversidad funcional, que se encuentren en cuarentena por motivos de salud, aquellos que estén en grupos de riesgos o se encuentren privadas de libertad. ¿Cómo? Se instalarían mesas receptoras una semana antes del día de las elecciones.
Si bien es un avance, aún hay mucho más que se podría hacer. En el mismo proyecto de ley se describe lo que hacen Australia, Canadá, Estados Unidos, Finlandia, España y Ecuador. “El proyecto de ley establece una actividad súper puntual, pero en otros países hay distintas experiencias que apuntan a la participación como un derecho y, por lo tanto, los ajustes vienen desde el Estado, no es la persona la que tiene que esforzarse para ir a votar”, comenta María Isabel Robles.
“Conocemos poco sobre el interés de las personas por ser parte de la vida ciudadana. Pensamos que las personas mayores, con discapacidad o en situación de calle no están interesadas. Y nos equivocamos en esa mirada. Falta formación, información y generar facilidades para que voten. Muchos no lo hacen porque están lejos, están desmotivados, desinformados o temen que los discriminen. Les da susto enfrentarse a situaciones que puedan ser incómodas o difíciles. Pero no les da lo mismo quién gobierne su país, o quién sea el alcalde o alcaldesa de su comuna. Hay cierta inercia política y estatal que asume ciertos prejuicios, como que a las personas no les interesa. Desde nuestra experiencia como Hogar de Cristo aseguramos que no es así”, cuenta María Isabel, quien es una de las representantes de esta iniciativa en Ahora Nos Toca Participar.
-¿Hay voluntad para ampliar las alternativas de sufragio?
-El Servel tiene voluntad para ir generando estas posibilidades, pero es una iniciativa legislativa. Hoy hay una ley que se está tramitando en el Congreso y que es una alternativa posible para las personas que están institucionalizadas, en residencias de adultos mayores o discapacidad, porque aunque tengamos la mejor voluntad, no se puede trasladar y facilitar el voto en un solo día a cuarenta personas. La otra alternativa es que se instalara un local de votación en ese lugar o que hubiera un local móvil. Tal vez no para todas las elecciones, pero para las presidenciales podría ser. Para eso se requiere de ciertos ajustes y acciones que el Servel y el Estado tienen que garantizar para que promover el ejercicio de este derecho.
María Isabel recalca: “Lo que nosotros buscamos es que se generen distintas mejoras a implementar, ya sea legislativas o no, que permitan avanzar en una mayor participación de estos grupos. Hablamos del ejercicio del voto, pero también de campañas informativas y gratuidad en la movilización. Las personas que tienen menores ingresos se la piensan antes de gastar dos o tres mil pesos para ir a votar. Hoy el Metro es gratis pero la micro no y no todos viven cerca del Metro. El desafío es cuáles son las oportunidades de mejoras para poder fomentar una mayor participación, entendiéndola como un derecho”.
Para seguir promoviendo el voto inclusivo, Ahora Nos Toca Participar realizará en octubre la campaña “Participamos Todes”, que tiene como propósito visibilizar la importancia del sufragio inclusivo como mecanismo de participación y fortalecimiento de la democracia. Entre las herramientas de la iniciativa está este cortometraje hecho por quienes convocan. Estos son: Ahora Nos Toca Participar, Asociación Yo Cuido, Comunidad de Organizaciones Solidarias, Espacio Público, Fundación Kalén, Fundación Ronda, Gerozoom, Hogar de Cristo, IDEA Internacional, Jóvenes Ciegos de Chile, Mujeres Feministas Ciegas, ONG Leasur, Pueblo Tribal Afrodescendiente chileno, OTD Chile, Proyecto Reinserción, Red de Acción Carcelaria, Rimisp, Rumbo Colectivo, Servicio Jesuita a Migrantes, Fundación Vida Independiente.