Alberto tenía una voz pequeña pero un mensaje gigante, que releído hoy está más vigente que nunca. En la víspera del aniversario de su muerte, que conmemoramos el 18 de agosto, seleccionamos algunas de sus reflexiones que tienen una actualidad sorprendente en medio de la crisis sanitaria, social y económica que vivimos. Si te interpretan, tuitéalos y retuitéalos.

Por Ximena Torres Cautivo

“Contento, Señor, Contento”, la famosa frase del padre Hurtado, tiene 23 caracteres y es la perfecta síntesis escrita de un potente estado de ánimo en los tiempos digitales que corren. “La caridad empieza donde termina la justicia”, es otro poderoso y conocido juicio del primer santo chileno varón, que remece las conciencias en apenas 38 caracteres.

Prolífero en ideas y escritos, Alberto Hurtado Cruchaga tiene centenares de otras reflexiones que se ajustan al máximo que permite Twitter: 280 caracteres, que amplió de los iniciales 140 con que partió. Un provocativo ejemplo es ésta: “La riqueza tiene el gran peligro de endurecer a quien la posee: vive rodeado de dolor y con frecuencia parece no verlo. Si lo ve, no lo comprende. Y si lo comprende, se niega a remediarlo por razones que no se comprenden o… por la sencilla razón de seguir incrementando bienes”.

Hoy, claro, Twitter tiene el recurso de “abrir un hilo”, lo que permite a los participantes desarrollar ad eternum una idea, explicándola. En el caso anterior, sobre la riqueza, el padre Hurtado podría haber abierto un hilo con estos contenidos complementarios: “Ojalá que todo el que posee fortuna se recogiera con frecuencia a hacer esta sencilla reflexión: ¿Qué pensaría yo si me encontrara un día sirviente, inquilino, trabajador, de un patrón igual a mí? ¿Qué bulliría en mi mente? ¿Qué aspiraciones querría ver satisfechas?”. Y sigue el hilo: “Hay delitos económicos que son más graves que los homicidios porque son más conscientes y son la causa no de una, sino de muchas muertes y de la corrupción…”.

Stickers diseñados por la Fundación Padre Hurtado y la Pastoral de la Universidad Católica con las frases más conocidas de Alberto.

A días de conmemorar la fecha de su partida –murió de cáncer de páncreas el 18 de agosto de 1952, ocho años después de haber puesto la primera piedra del que para muchos es su “milagro cotidiano”, el Hogar de Cristo–, resulta estimulante para la reflexión rescatar sus pensamientos, adaptándolos para las redes sociales, en particular para Twitter, que es la red social más editorial de todas (y la más odiosa, dicen algunos también). Aquí, rescatamos varios “tuits” del padre Hurtado, que tienen la mayor actualidad en medio de la crisis social y económica que vivimos a causa de la pandemia.

-“La dignidad del hombre es atacada cada vez que un hombre, sin que sea responsable, es reducido a cesación del trabajo. La dignidad del hombre es atacada cada vez que tiene que vender su trabajo por un salario menor de lo justo”.

-“Aunque parezca extraño, es más fácil ser caritativo que justo. Hay muchos que están dispuestos a hacer la caridad, pero no se resignan a cumplir con la justicia; están dispuestos a dar limosna, pero no a pagar el salario justo…”.

-“¡Ahora más que nunca necesitamos líderes con los pies en el barro! Si los políticos no tienen tiempo de ´estudiar´, de ´consagrarse a la Patria´, que no entren a la política, pues una actuación descuidada significa traicionar a la Patria en momentos muy graves”.

-“Que el país vea que sus políticos no buscan intereses personales, sino los de la nación y que ponen todas sus energías para dar bienestar no a un grupo, sino a la mayoría de sus ciudadanos”.

-“El salario que se debe a una mujer por un trabajo debe ser igual al que se pagaría a un hombre por igual tarea: “a trabajo igual, salario igual”.

-“Todo niño debe recibir su educación primaria completa, y luego debería seguirse una educación pre profesional, que completara los estudios generales y preparara técnicamente al niño para una profesión. Sin ella, no alcanzará nunca un nivel de vida verdaderamente humano. El obrero no especializado está condenado a salarios que estarán por debajo del nivel vital”.

-“Toda educación social comienza por valorar la justicia. La justicia parece una virtud desteñida, sin brillo, porque sus exigencias son a primera vista muy modestas, por eso no despierta entusiasmos. Su cumplimiento no acarrea gloria. Es la más humilde de las virtudes”.

-Si esta pequeña muestra de pensamientos sociales de Alberto Hurtada te parece certera y apropiada al Mes de la Solidaridad que compartimos y a los efectos de la pandemia que padecen sobre todo los más pobres, tómalos, retuitéalos y arróbanos.

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