May
2017
Opinión: A todos los corazones rebeldes
Durante este semestre, el Hogar de Cristo se dio el propósito de iniciar las conversaciones con la Intendencia de la Región de la Araucanía para abrir una nueva línea de acción en el Fondo Social, que se extrae del presupuesto anual del Fondo de Desarrollo Regional.
Actualmente este fondo permite a las instituciones sin fines de lucro obtener recursos para cultura, deportes y seguridad. Líneas que para el Hogar de Cristo significan un aporte para el desarrollo de la comunidad, pero que quedan al debe con las personas en riesgo social y adicción a las drogas.
Nuestra intención es que a ese 2% del Fondo Nacional de Desarrollo Regional se sume una nueva arista Social y de Rehabilitación de Drogas, de la que podrán beneficiarse todas las fundaciones que trabajan en la región acogiendo a las personas más excluidas y carenciadas de nuestra sociedad.
En el Hogar de Cristo estamos desafiados de manera permanente para llegar a más personas por medio de los 16 programas sociales de atención que tenemos en la región.
Nuestra región, como todos sabemos, es una de las más pobres del país en cuanto a ingreso, acceso a la salud, vivienda, trabajos dignos y redes de apoyo, pero muy generosa en cuanto a personas y corazones rebeldes que sienten que la injusticia social les duele. Por eso, esta nueva línea de acción social nos permitirá mejorar las herramientas y formas de ayudar a disminuir aún más las precarias condiciones de vida de los más de 290 mil habitantes que viven bajo la línea de la pobreza en nuestra Araucanía. Como organización social somos colaboradores de una tarea que muchas veces es sólo asumida por el Estado. En ese sentido, creemos que es beneficioso para la sociedad en su conjunto que organizaciones civiles participen también del desarrollo con nuevas propuestas e innovaciones que buscan mejorar la calidad de vida de los más deposeídos.
En el Hogar de Cristo estamos desafiados de manera permanente para llegar a más personas por medio de los 16 programas sociales de atención que tenemos en la región y que funcionan gracias a la ayuda y colaboración de miles de personas que creen y sustentan muchas veces, desde su precaria realidad, esta obra que San Alberto Hurtado nos dejó a todos los chilenos de corazón generoso. Hoy tenemos la misión de acoger con amor y dignidad a los más pobres entre los pobres, para entregarles oportunidades a una vida mejor.
Emilio Guerra Burgueño
Consejero Regional Fundaciones Hogar de Cristo
Región de la Araucanía