Mar
2018
¡Villamávida está de cumpleaños!
Villamávida se instaló en lo que fue el Hogar de Protección de Niñas del Hogar de Cristo, ubicado en un sector rural de la comuna de Florida, a 33 kilómetros de Concepción. El mencionado programa se había trasladado a la capital penquista, dejando el espacio para que se emplazara el nuevo programa de Fundación Paréntesis. Las instalaciones existentes en ese entonces se habilitaron como oficinas y con los recursos de la campaña se construyó la residencia, acondicionando habitaciones, baño y todo lo necesario para que llegaran los primeros usuarios, que inicialmente fueron hombres adultos. Las mujeres se integraron tiempo después.
La iniciativa se generó debido a la demanda que existía por contar con un centro terapéutico gratuito para personas en situación de pobreza con consumo problemático de sustancias en su propio territorio. Hasta entonces debían trasladarse a Santiago.
“En esa época, en la década de los 90, la red de atención de programas terapéuticos a nivel nacional era precaria. Habían muy pocos a nivel nacional. Las personas era derivadas a los programas Manresa o Santa Ana en Santiago. Nos llegaba gente de Valdivia, Iquique, lo que era una mala práctica, porque es necesario el trabajo con la familia”, cuenta Paulo Egenau, director social nacional de Hogar de Cristo y entonces director ejecutivo de Paréntesis.
El primer director de Villamávida fue Jorge González, quien provenía del área social del Hogar de Cristo, específicamente del programa Manresa. En 1998, decidió partir a Concepción a liderar el nuevo equipo.
Paola Rivas, la actual Jefa del Programa Residencial Villamavida, comenta, emocionada, qué significa para ella en lo personal su labor: “Estoy agradecida de la oportunidad de liderar este centro, junto a un equipo de profesionales que tiene por misión acoger, apoyar y brindar atención a personas que presentan consumo problemático. Nosotros entendemos que el problema no es el consumo, sino la falta de oportunidades, por eso cada día nos esforzamos en responder a las necesidades de nuestros acogidos y sus familias, entregándoles herramientas y estrategias para superar la exclusión y la vulneración social a la que se han visto expuestos”. Paola aprovecha de proyectar cómo se viene este año para Villamávida y su comunidad: “Este 2018 será un año cargado de nuevos desafíos, guiado siempre por la convicción de seguir creyendo en el poder de las personas para cambiar sus vidas”.
Paréntesis en Concepción ha tenido un crecimiento continuo en estos 20 años. La inauguración del Programa para Personas en Situación de Calle en 2008, el cual acoge a hombres y mujeres adultos que viven en calle, fue parte de ese desarrollo. Hoy estos dos programas terapéuticos en la Región del Biobío permiten a Fundación Paréntesis acoger y acompañar a cientos de personas. Hombres y mujeres adultos son atendidos gratuitamente por equipos multidisciplinarios, con muy buenos resultados, demostrando en estos 20 años que las personas tienen la capacidad de cambiar sus vidas.