Ene
2016
Los 115 años de una fuente de inspiración
El Padre Hurtado apenas alcanzó a vivir 50 años, pero sembró una obra que a siete décadas de su inicio continúa vigente, acogiendo con amor y dignidad al más pobre entre los pobres y entregándole herramientas y oportunidades a miles de familias para salir de la exclusión. Ése es su legado.
Un 22 de enero de 1901, en Viña del Mar, nació un hombre que desde pequeño vio marcada a fuego su vocación. Fue un chileno de corazón generoso, que dedicó su vida a remecer las conciencias del prominente capitalismo de aquella época con sus declaraciones en torno a la pobreza. Sus acciones lo llevaron a transformarse -hace ya diez años- en el primer santo chileno y en uno de los personajes más influyentes y reconocidos del siglo XX en el país.
Alberto Hurtado Cruchaga, considerado un revolucionario para su época, propagó un discurso tan potente que hasta el día de hoy hace sentido. Fue la voz de los sin voz, manifestando abiertamente que un pueblo entero sufría, constantemente ultrajado por una sociedad injusta. Con ejemplo y acción, nuestro fundador dio a conocer su mensaje y con un chuzo enseñó a muchos a trabajar la tierra, preparándola para las nuevas semillas y enseñando a enfrentar con coraje las verdaderas raíces de las dificultades.
Si San Alberto viviera hoy, sería la conciencia de un país convulsionado por los prejuicios, las colusiones y crisis de confianza, pero también entregaría mensajes de esperanza y superación como aquel que nos recuerda que “que el valor de una sonrisa no cuesta nada, pero vale mucho. Enriquece al que la recibe, sin empobrecer al que la da. Se realiza en un instante y su memoria perdura para siempre. Nadie es tan rico que pueda prescindir de ella ni tan pobre que no pueda darla”.
Su misión se hace más vigente cuando buscamos inspiración en sus palabras, y es que “acabar con la miseria es imposible, pero luchar contra ella es deber sagrado”, decía. El Padre Hurtado buscó incansablemente cambios estructurales en nuestra sociedad. Su vida estuvo marcada por un anhelo de transformación social que se expresó a través del Hogar de Cristo, cuestionándonos e invitándonos a ser parte de la causa que busca justicia social, por eso hoy agradecemos y decimos con fuerza ¡Feliz cumpleaños Alberto Hurtado Cruchaga!