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Sep

2019

Jugando se derriban mitos: los hombres sí lloran.

Profesores y estudiantes fueron capacitados en el juego “Derribando”, un tablero que busca acabar con creencias populares como que los viejos son una molestia o que llorar es cosa de mujeres.

Por María Luisa Galán y Jackie Otey

Un grupo de quince alumnos y tres profesores de los colegios Verbo Divino de Chicureo y Cabo de Hornos de Colina, aceptaron el desafío de aprender el juego Derribando. El encuentro se realizó en la Sala Juan Pablo II del Hogar de Cristo, ubicada en Estación Central. Esto con el objetivo que los participantes puedan convertirse en monitores del juego y luego lo apliquen como material pedagógico en la sala de clases.

El juego, que fue diseñado el año 2016 por la agencia Momento Cero y el Hogar de Cristo, comenzó a aplicarse en 2018 en distintos colegios y fue creado para reflexionar sobre la problemática que generan los prejuicios, que son la base de la exclusión social en la sociedad.

Según Carmen Gloria Nievas, subdirectora de soporte territorial de la dirección de Comunidad del Hogar de Cristo, esta herramienta permite trabajar la solidaridad y la ciudadanía de los alumnos. Sin embargo, reconoce que para jugarlo hay que conocer su estrategia. “Por eso es tan importante capacitar monitores. En esta ocasión formamos a tres profesores y a 15 alumnos para que lo repliquen en sus colegios”.

El juego Derribando permite a los jugadores entretenerse y ganar puntos, pero a la vez reflexionar sobre los temas sociales que aborda. “La idea es que los alumnos puedan revisar cuáles son los mitos que tenemos en nuestra vida y qué hace que generemos la exclusión”, dice Carmen Gloria. Explica también que el juego tiene mitos en cinco dimensiones: pobreza, género, educación, edad y salud mental. Además, de aseveraciones respecto a estos contextos, las que al jugar el juego, invitan al debate. Un ejemplo de ello se puede observar en frases como “los pobres quieren todo gratis”, “los adultos mayores son un estorbo” o “los jóvenes son más irresponsables que los adultos”.

“La gracia del juego es que los participantes deben ir derribando los mitos de los otros participantes para ganar puntaje. Un profesor puede crear debate intentando derribar un mito y armar grupos que reflexionen en torno al tema”, explica Carmen Gloria, quien es sicóloga de profesión y un “balazo” para jugar Derribando.

Aprender para transformar

Simón Reyes, profesor del colegio Verbo Divino de Chicureo asistió a la capacitación y señaló que el juego permite dialogar sobre temas complejos. “Ayuda a bajar las barreras que ponemos cuando hablamos de temas delicados y nos permite abordarlos de manera lúdica y didáctica. Creo que en clases servirá para que los alumnos puedan sacar la voz y poner sus experiencias en discusión con otras personas”.

Para Jorge Valdivia, profesor del colegio Cabo de Hornos, este tipo de juegos abre espacios para la reflexión de temas coyunturales y atingentes a los tiempos que vivimos. “Creo que hay muchos mitos que derribar en este país y este juego nos invita a ser transformadores”.

Alonso Orellana, estudiante del colegio Verbo Divino de Chicureo, fue uno de los alumnos que se capacitó para aprender a jugar. “Derribando da un espacio para conversar respecto de temas controversiales que generalmente no se hablan, pero que como adolescentes tenemos muy presentes. Es una oportunidad para dar a conocer nuestra opinión”.

En tanto, Renata Salomón, alumna del colegio Cabo de Hornos, indicó que la actividad le sirvió para “detectar y derribar muchos mitos y prejuicios con los que convivimos a diario y a comprender cosas que no sabíamos”.

Una novedad respecto al juego Derribando es que a partir del mes de noviembre las fichas técnicas de este material didáctico y de entretención estarán disponible en inglés.

Elena Aros, coordinadora del programa Colegios 100% Involucrados del área de Comunidad del Hogar de Cristo, comentó que alumnos de la carrera de habla inglesa en la Pontificia Universidad Católica están desarrollando la traducción de las fichas de trabajo al inglés, las que se encuentran en la página web linkeada al juego (Ludutech Academy), como parte de su asignatura.

“Lo que hicimos fue lograr que los estudiantes traduzcan los contenidos de las fichas técnicas del juego, además de otras que se están preparando. De esta manera, el profesor podrá disponer este material del juego en inglés y preparar sus clases de mejor manera”, dice, planteando temas muy actuales y sensibles.

Jugando a derribar

En una segunda jornada, el colegio Verbo Divino de Chicureo organizó un masivo torneo de Derribando, en que participaron como monitores los estudiantes y profesores previamente capacitados. En la actividad fueron invitados los jóvenes de cuarto medio del mencionado colegio, además de estudiantes de los establecimientos Cabo de Hornos y Espíritu Santo del Verbo Divino.

Antes de comenzar la actividad, los alumnos visitaron al stand del Hogar de Cristo ubicado en una feria universitaria realizada por el Verbo Divino, para conocer más del juego y de los diferentes mitos. Javier fue uno de los jóvenes que se acercaron y al que le sorprendió el mito sobre que “los viejos son una molestia”. Al respecto, señaló: “En Oriente las personas mayores son súper respetadas, en cambio acá se lo ve como una molestia cuando deberían ser considerados como ejemplo por lo que han vivido y hay que tratarlos con más respeto”.

Valentina se manifestó molesta por el mito de que los hombres no lloran. “Claramente hombres y mujeres pueden tener sentimientos, pueden llorar, herirse y expresarse a través del llanto y no por eso van a ser menos o más hombre. Hay que culturizar, mostrar y decir: todos pueden llorar, es algo normal”, dijo.

Por último, Antonia, cuyo abuelo conoció al Padre Alberto Hurtado, dijo, muy comprometida: “Me encanta que el Hogar de Cristo esté acá derribando mitos porque hay mucha información y la mayoría de los adolescentes no sabemos lo que está pasando realmente y puede ser que la tele muestre lo que les conviene solamente. Mi abuelo vivió en la Ciudad del Niño y conoció al padre Alberto Hurtado, jugaba a la pelota con él. Mi abuelo falleció hace 5 años aproximadamente y mi papá me contaba la realidad que vivió mi abuelo o que ellos vivieron, que lo pasaron mal, pero que al final lograron salir adelante”.