Sep
2015
Gestora de lazos
Llegue el año 2007 a trabajar al Hogar de Cristo como Jefa de Recursos en la sede Atacama – Coquimbo. Para mí, llegar a trabajar a la Fundación, significó un cambio profundo de mirada, una nueva manera de ver y entender las cosas… Hoy en día, me encuentro trabajando como Jefa de Procesos Comerciales del Hogar y soy una persona sumamente feliz, porque estoy donde verdaderamente quiero estar.
Este año fue especialmente difícil para nosotros. Vivimos el aluvión y la catástrofe en primera persona. Como sede Atacama-Coquimbo debíamos actuar rápidamente, la gente nos necesitaba y nosotros debíamos llegar a ellos.
Recuerdo que al encender la radio, comencé a oír los angustiosos llamados de aquellas familias que buscaban ayuda, ¡las llamadas no paraban de llegar! La mayoría lo había perdido todo, y me di cuenta -en ese momento- que además de ayuda material, lo que se necesitaba era compañía. Me dije “Aquí hay que hacer algo. Debemos llegar a las personas, de modo que el barro no nos impida nuestro cruce”
Le envié un mail a la Directora Zonal de Recursos, Elizabeth Salazar Montenegro, para que se comunique con los trabajadores del Hogar en el Call Center de la sede Atacama – Coquimbo. La idea era que comenzáramos lo antes posible a comunicarnos con nuestros socios, para conocer su situación, darles un mensaje de aliento y decirles: estamos contigo, no éstas solo.
¡Fue entonces cuando comenzamos a escuchar las cientos de vivencias de nuestros socios! Supimos por ejemplo, que más de 600 personas estaban albergadas en el gimnasio de la Escuela Fundición Paipote, en Copiapó. Necesitaban urgente nuestra ayuda, y pudimos estar con ellos ¡gracias al contacto directo con las personas!