Con Google Classroom, videos, WhatsApp, tutoriales, challenges, concursos, reuniones online, voluntariado virtual, las escuelas de reingreso Súmate, dirigidas a los alumnos más vulnerables que han vuelto a estudiar, han puesto todo su ingenio y creatividad para educar a distancia en medio de la cuarentena. Y evitar que estos niños y jóvenes vuelvan a quedar sin educación.

Por María Teresa Villafrade

Las cinco escuelas de reingreso de Súmate del Hogar de Cristo, una de ellas ubicada en Lota y las otras cuatro en las comunas de La Granja, La Pintana, Renca y Maipú, además de los distintos programas socioeducativos de Súmate, enfrentan con el Covid-19 el enorme desafío de mantener el compromiso y el interés de sus alumnos que viven en sectores altamente vulnerables, para continuar educándose a la distancia.

Muchos de ellos no tienen internet en sus casas, razón por la cual el colegio Betania, por ejemplo, debió implementar clases por WhatsApp y se les envía material didáctico a sus correos electrónicos.

Las iniciativas que han surgido son múltiples, creativas y lúdicas. El profesor Patricio Lobo, del colegio San Francisco de La Pintana, realiza tutorías virtuales a los alumnos enseñándoles técnicas de autoconocimiento, y la profesora Francisca Elgueta, del mismo establecimiento, desarrolló en un video con gráficas cómo había sido el fenómeno de la denominada “peste negra” que redujo en un tercio la población europea durante la Edad Media.

Claudio Polloni, jefe del programa socioeducativo de la zona norte, destaca también que los siete voluntarios que forman parte del equipo realizaron cápsulas audiovisuales de distintas temáticas: desde clases de flauta hasta reforzamiento de matemáticas, lenguaje e inglés.

El colegio Nuevo Futuro, de Lota, venía desarrollando antes de la pandemia la implementación de la plataforma Google Classroom para ir en ayuda de los estudiantes que trabajan o que son padres o madres y tienen dificultades para desplazarse hasta la escuela. Los profesores Alejandro Rojas y Rolando Chaparro fueron los encargados de realizar la inducción a todo el plantel y es así como durante la pandemia se han podido asegurar los procesos pedagógicos.

Entre las propuestas más lúdicas figuran el Papel Challenge, del profesor Maximiliano Carreño, del colegio Padre Álvaro Lavín, de Maipú, quien inventó clases de educación física utilizando rollos de papel higiénico, y el Challenge Súmate al cuidado, del programa socioeducativo de La Serena, en que se invitó a los alumnos a enviar raps creados por ellos sobre este tema.

No han faltado también los talleres sobre higiene del sueño que prepararon los tutores Francisco Norambuena y Constanza Montiel, del programa socioeducativo de Concepción, y otro sobre cómo preparar soluciones desinfectantes en los hogares por parte de la profesora Karina Pinto, de la escuela Padre Hurtado de Renca.

AULA DE REINGRESO

El 16 de marzo en el Liceo Simón Bolivar de La Pintana debía iniciarse el Espacio de Reencuentro Educativo -también conocido como Aula de Reingreso-, que busca nivelar en primero y segundo año medio a 12 jóvenes que han estado fuera del sistema escolar. A raíz del Covid-19, no fue posible comenzar en la fecha estipulada, pero se decidió igualmente realizar una serie de acciones para mantener el contacto permanente con los estudiantes para mantener el vínculo y desarrollar un proceso de diagnóstico pedagógico y psicosocial.

Marión Jara, del área de Asesorías, que trabaja directamente con los dos profesores que integran el equipo, contó que durante la segunda semana con suspensión de clases ellos se presentaron mediante un video a los jóvenes para que los conocieran y esperan pronto el término de las vacaciones para continuar trabajando en conjunto.

Felicitamos a todos los profesores, administrativos, voluntarios y monitores que se han involucrado con mucho entusiasmo para que la pandemia no afecte el proceso de aprendizaje de los alumnos que tienen muchas dificultades sociales, familiares y económicas y que ahora, con esta situación de catástrofe se acrecientan aún más.

Para todos ellos va nuestro reconocimiento y un llamado a no bajar los brazos para que ningún niño, niña y joven pierda su derecho a estudiar.

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