Dic
2019
Embajada de Israel llevó Hanukkah al jardín Alto Belén
La representante diplomática, Marina Rosemberg, visitó el establecimiento del Hogar de Cristo en Puente Alto, compartiendo con los niños que estaban felices de conocer una festividad distinta a la tradicional Navidad.
María Luisa Galán
La visita de la embajadora de Israel, Marina Rosemberg, al jardín infantil ubicado en Puente Alto, se hizo en la víspera de la Navidad y en medio de las celebraciones de Hanukkah, la tradicional festividad judía. Una instancia desconocida para los niños pero que gracias a esta visita pudieron saber de qué se trata. Fue así como jugaron al dreidel o los trompos y encendieron las siete velas del candelabro “menorá”. Luego fue el turno de abrir los regalos: peluches, muñecas, pelotas, libros y los juguetes que son objetos de regocijo infantil universal.
Felices estaban los niños de Alto Belén, lo mismo que la comitiva diplomática israelí que empezó haciendo un recorrido por las salas de los diferentes niveles, donde los preescolares les cantaban sus canciones y les relataban sobre sus quehaceres diarios.
“Nos encanta recibir este tipo de visita, sobre todo de una embajada porque los niños conocen sobre otro país, sobre sus creencias y otra forma de celebrar la Navidad, con otros tipos de rituales. Eso les permite tener una mirada distinta y ahora nosotros vamos a resaltar la actividad con los nombres que aprendieron. Aunque son niños, ellos entienden los diferentes rituales, lo que significa y la importancia de la Navidad; que no es sólo el regalo, sino que hay valores como el compartir. Y eso se pudo sensibilizar con la Embajada. Los niños quedan felices cuando ven que las cosas vienen preparadas con cariño, se nota en sus sonrisas”, dice Estrella Alba, directora del jardín infantil del Hogar de Cristo.
Marina Rosemberg quedó encantada con la visita, recibió abrazos de los niños y compartió con algunas de sus actividades. “En tiempo de las fiestas, de Navidad, Hanukkah y fin de año siempre pienso en los que menos tienen y viene de todo el corazón querer contribuir, y qué mejor con los niños. Tengo hijos de edades similares y juntos reunimos regalos para traer. Ver la felicidad en la cara de los niños, me dan ganas de empezar todos mis días acá. Agradezco al Hogar de Cristo por el trabajo que está haciendo todo el año y por facilitar esta visita tan hermosa que fue muy emocionante. Ver a los niños tan independientes, contentos, llena el corazón”, señaló.