Llegó a trabajar hace más de dos décadas al área de recursos del Hogar de Cristo. Durante 16 años ha estado a cargo de las donaciones en las cajas de un importante retail, lo que le ha permitido conocer la importancia del peso a peso y los vaivenes de la solidaridad de los chilenos.

Por Jacqueline Otey A.

Cecilia Ramírez Núñez (57) es madre de cuatro hijas, administradora de empresas y hace 22 años llegó a trabajar al área comercial del Hogar de Cristo. Hoy es coordinadora de alianzas del programa “Done su vuelto”.

Con una sonrisa en el rostro y voz segura, afirma que su vida ha sido intensa y llena de desafíos personales y laborales. Quizás su mayor reto laboral ha sido sacar adelante el proyecto de donaciones en cajas. Se trata de una propuesta que el Hogar de Cristo puso en marcha el año 1996, inspirado en un mecanismo de recaudación que se aplicaba entonces en tiendas de Estados Unidos, donde se donaba un dólar, y que a ella le ha correspondido coordinar durante 16 años.

“El programa comenzó a través del vuelto llamado inicialmente ´Ajuste sencillo´ y luego ´Done su vuelto´. Era un aporte de las monedas, del sencillo, del vuelto, donado por los clientes en los supermercados Líder que inicialmente pertenecían a la empresa D&S y que luego continuaron con Walmart, cuando la compañía internacional de origen estadounidense adquirió la empresa chilena, en el año 2010. Entonces tuvimos que dar a conocer el Hogar de Cristo a los representantes que vinieron a Chile y mostrarles cómo trabajábamos y cual era la realidad de la pobreza en Chile. Así logramos continuar con la alianza, que ha tenido varios cambios”.

La donación en caja es una instancia que hoy se mantiene pese a la masificación del pago con tarjeta de débito o crédito y a la ley del redondeo, y que Cecilia se preocupa de mantener vigente en este nuevo escenario. A través de capacitaciones y visitas frecuentes que realiza con su equipo a cajeras y cajeros de las empresas de este programa, intenta motivarlos para que conozcan la obra del Padre Hurtado y a quienes se benefician de las donaciones. “Ellos nos ayudan muchísimo preguntándole al público si desea donar el vuelto, sin embargo, para que el programa continúe activo es fundamental mantener contacto permanente, ya que esto es un acto voluntario y en la actualidad cuesta mucho lograr que nos apoyen. De hecho, nuestro gran desafío sigue siendo la donación del vuelto”.

Cecilia destaca que son los cajeros y cajeras quienes solicitan  este aporte al cliente, y lo hacen por iniciativa propia, por compromiso y solidaridad con las personas que serán los beneficiados con esa donación. “Ellos tienen una voluntad de colaboración tremenda y hoy hay muy poca gente con esas características, de ahí lo importante de estar reforzando el vínculo día a día. Lo importante es que todo lo que hagamos como fundación, sea para seguir con el objetivo que tenemos: Ayudar a quienes más lo necesitan”.

Esos colaboradores comprometidos emocionan a Cecilia con su entrega, y los considera personas especiales. Dice: “Son buenos, en el buen sentido de la palabra bueno, su mirada de la vida es agradecida, positiva. Ellos ven que el Hogar de Cristo ayuda mucho a los más necesitados y el contacto con nuestros beneficiarios los hace relacionarse con la causa de la obra del padre Hurtado”.

Por eso, sostiene, hay que cuidar la alianza con Walmart: “Con los años nos hemos convertido en partners; ellos confían en nosotros. La empresa ha sido generosa al  ser parte de la fundación cada año, apoyándonos económicamente en nuestra acción social”.

Desde hace 3 años, a la donación del vuelto se ha agregado el voluntariado corporativo como parte de la alianza, mediante el cual más de 400 colaboradores de Walmart conocen y participan en trabajos de voluntariado en los diferentes programas sociales que tiene Hogar de Cristo a lo largo de Chile. Estas actividades repercuten positivamente en los climas laborales, logrando que los trabajadores se vinculen entre ellos y con la realidad más sensible del país, además de cumplir con estándares de compromiso y sustentabilidad social, que hoy son valores relevantísimos para las empresas de vanguardia.  Walmart financia estos programas de voluntariado corporativo, logrando esos dos valiosos objetivos. Dice Cecilia: “Mi experiencia ha sido muy linda en el ámbito social y en lo logrado a nivel comercial. He conocido a personas maravillosas y en conjunto hemos conseguido cosas valiosas y enfrentamos el desafío permanente de inventar nuevas formas de recaudación, como es el caso del voluntariado corporativo. En esta labor saber que un adulto mayor en situación de calle está recibiendo apoyo y tiene un lugar donde dormir gracias al vuelto que solicitó una cajera o al voluntariado que financió Walmart, me reafirma en que hay que seguir trabajando e ideando nuevas fórmulas de recaudación en alianza con la empresa privada”.

MITOS POR DERRIBAR

La alianza del Hogar de Cristo con las empresas del programa “Done su vuelto”, a lo largo del tiempo ha generado algunos mitos e instalado prejuicios que es importante aclarar

-Todo el dinero que se recauda en las cajas de las empresas Walmart, Cruz Verde y La Polar, se destina en un ciento por ciento a la labor social de la fundación Hogar de Cristo, que atiende a más de 32 mil personas en situación de pobreza.

-Las empresas que participan de estos programas de devolución de vuelto del no rebajan impuestos por esto, ni obtienen ningún tipo de rentabilidad o beneficio extra con el aporte de sus clientes, ya que sólo actúan como intermediarias.

-El acto de solicitar o donar el vuelto es libre y voluntario, tanto de los cajeros y cajeras que lo solicitan como de los clientes que desean colaborar con las distintas causas del Hogar de Cristo.