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Reportaje

Jun

2018

Adultos Mayores, entre el abandono y el abrazo social

En La Araucanía, la demanda por centros de larga estadía para adultos mayores supera en más del doble los cupos que ofrecen tres instituciones públicas y privadas con sede en 5 comunas, y que en su conjunto nos enrostran algunas verdades que se mueven entre el abandono y el abrazo social. Mientras la residencia que el Hogar de Cristo tiene en Nueva Imperial, de los 43 adultos mayores albergados sólo 15 reciben visitas de familiares o amigos durante el año, en el Hogar San Vicente de Paul de Temuco, prácticamente, ni una de las residentes está sola. A nivel de Gobierno, el seremi de Desarrollo Social, Ricardo Carrasco, advierte hoy que en este ámbito tenemos un reto como sociedad.

 

Hace algún tiempo Edilia hizo noticia en Nueva Imperial. Durante dos meses estuvo perdida en el más absoluto abandono dentro de su propia casa. A sus 87 años ya no tuvo fuerzas para hacerse cargo de sí misma. Su deterioro fue tal que cuando la encontraron no caminaba y apenas podía pronunciar palabras.

Prácticamente nadie se percató de su situación. La única persona que supo de ella y la ayudó como pudo fue su vecina Yolanda, otra mujer mayor que en la medida de sus posibilidades la mantuvo con vida, al menos con el aporte de dos comidas diarias para que no pasara hambre. “Era un adulto mayor cuidando otro adulto mayor”, precisa la directora de la Residencia de Adultos Mayores (RAM) del Hogar de Cristo, en Nueva Imperial, Alexandra Inostroza. Invadida por ratones, con fecas de rata regadas por toda la casa, mal olor y el frío propio del otoño, así estaba Edilia hasta que fue ingresada a la residencia, donde – como ella – habitan otros 42 adultos mayores con problemas de salud, alta vulnerabilidad social y con una historia, por lo general, marcada por el abandono y la soledad, y donde en los últimos 10 meses, la institución ha podido dar respuesta a sólo cuatro personas, dado que no puede – aunque quiera – superar su capacidad por normativa y dignidad.

Esta es sólo una parte de la realidad de los adultos mayores de La Araucanía, una que va desde el abandono hasta el abrazo social, porque aquí, en torno a quienes necesitan con urgencia sitios de larga estancia por problemas de salud y pobreza, no existe una sola verdad, y como dice el seremi de Desarrollo Social de la Región, Ricardo Carrasco Junge, esta situación nos enfrenta ahora como sociedad a un reto mayor, dado que los centros u hogares para personas mayores no pueden ser la única respuesta para un Chile que envejece paulatinamente y menos cuando por cada centro u hogar existente en la Región hay una lista de espera que supera en más del doble la capacidad de respuesta. La solidaridad está presente aquí, la vocación también pero es innegable el abandono de los adultos mayores, sobre todo desde el punto de vista de los vínculos familiares, donde los casos más extremos están en la Residencia Adulto Mayor (RAM) de Nueva Imperial, en la cual dado el perfil de los usuarios, las cifras dicen que sólo 15 de los 43 adultos mayores que allí residen reciben visitas de familiares o amigos, al menos una vez al año. Por el contrario, en San Vicente de Paul, en Temuco, hogar sostenido por la fundación del mismo nombre, las voluntarias advierten que el abandono prácticamente no existe.

 

 

RAM

Ubicada en la calle Artemio Gutiérrez de Nueva Imperial la Residencia de Adultos Mayores (RAM) del Hogar de Cristo hace historia y da respuesta en este ámbito desde el año 2003.

Desde que abre sus puertas alberga a 43 adultos mayores que necesitan cuidados especiales y aunque quisiera ayudar a más personas no puede hacerlo, ya sea por ley y por respeto a la dignidad humana (por normas del Servicio de Salud deben contar con un cuidador por cada siete residentes).

Allí todos los días llegan solicitudes de ingreso desde centros de salud, instituciones y de personas naturales. “La demanda es alta”, advierte la trabajadora social y directora del programa, Alexandra lnostroza, no en vano hay una lista de espera que asciende a cien personas, con y sin familia, pero que como Hogar de Cristo – recalca – allí se prioriza a aquellas en situación de calle.

“Nosotros trabajamos para una población que es súper vulnerable y que, en su mayoría, proviene de una situación de calle. En esencia nos parecemos, pero a diferencia de los establecimientos de larga estadía (ELEAM) del Senama nosotros recibimos a cualquier perfil de usuario, por ello, al momento que la persona ingresa comenzamos a regularizar desde cero su situación”, explica. Los adultos y adultas mayores que habitan la RAM son personas con alto deterioro de salud física y mental, con problemas cognitivos, al punto que de muchas de ellas se desconoce su historia de vida y muchos, al llegar, ni siquiera recuerdan su nombre.

“Son personas ermitañas. Por lo general han vivido en la calle, en la pobreza extrema en el abandono, sin redes familiares y no tienen registros médicos, porque no están inscritos en algún Cesfam u hospital”. Para colmo, hay quienes vienen de experimentar los efectos de alguna adicción.

Una vez albergados en este centro, el Hogar de Cristo, a través del equipo humano que allí trabaja, se ocupa de mejorar la calidad de vida de esos 43 hombres y mujeres mayores que, a juicio de la directora, encuentran en los funcionarios que los atienden esa red de asistencial y afectiva que antes no tenían.

ELEAM

En el ámbito público el abandono de los adultos mayores tiene matices y este no escribe la misma historia que la RAM de Nueva Imperial.

En los tres establecimientos de larga estadía para adultos mayores, ELEAM, que ha abierto el Servicio Nacional del Adulto Mayor, Senama, en Cuneo, Melipeuco y Loncoche, las redes familiares se comportan distinto dado que el perfil de los usuarios es otro. Estos lugares lo que hacen es responder a personas mayores con problemas motrices y mentales de familias correspondientes al tramo del 40% más vulnerable del país.

Según los registros mensuales, al menos la mitad de los residentes en estos centros es visitado por algún familiar o conocido (ver cuadro), así lo explica el seremi de Desarrollo Social, Ricardo Carrasco.

La autoridad explica que los ELEAM fueron creados para dar respuesta y protección a los adultos mayores que requerían cuidados constantes e intensivos, y que por sus características estructurales y técnicas generaron un modelo de atención que no estaba dentro de los programas sociales hasta antes de 2013. En esencia, admite Carrasco, se parecen a los hogares de ancianos, pero tienen políticas de funcionamiento bastante más tecnificadas y con estándares muy superiores, por ello el costo de mantención es bastante alto y eso hace que no sea una política tan masiva. “Yo diría que este programa es equivalente – en importancia y financiamiento – a la gratuidad en educación”.

Ajuicio del seremi, generar estos establecimientos es hoy una de las políticas de Gobierno para dar respuesta a una necesidad urgente, sin embargo, no es la única solución que debiera existir.

“(En este ámbito) hay mucha demanda y poca oferta. Pero esta no es la única solución que debería haber, porque si consideramos sólo el caso de Loncoche, donde la lista de espera supera las 200 personas, por la misma demanda tendríamos que construir 300 centros en la Región. Por lo tanto, este es un desafío para nuestra sociedad que requiere fomentar, y es política del Gobierno también, que las familias asuman más responsabilidad”, precisa.

En este sentido, dentro de las políticas del Senama, existen otras modalidades de respuesta para los adultos mayores sin redes de apoyo. Están las viviendas tutelares, una suerte de condominio para adultos mayores autovalentes, y los hogares diurnos, a los cuales – explica el seremi el Estado va a favorecer como política.

SAN VICENTE

En el otro extremo de toda historia está la realidad del Hogar San Vicente de Paul, en Temuco, porque en palabras de la directora del voluntariado Gladys Aedo Sepúlveda, allí “el abandono no existe”.

Administrado por las voluntarias pertenecientes a la fundación que le da nombre este recinto presta un servicio social hace 86 años en la capital de La Araucanía y a mayo de 2018 alberga a 42 mujeres adultas mayores, gracias al financiamiento aportado por las familias, la propia fundación y el Senama.

“Yo diría – acota Gladys Aedo – que todas las abuelitas reciben visitas, ya sea por las relaciones sociales que tenían antes de ingresar aquí como por las que han ido naciendo en el camino. Es decir, aquí ninguna está sola, la familia está muy presente y una de las cosas más bonitas que se da es el surgimiento de la amistad entre las adultas mayores y el voluntariado. Y cómo no, si las expectativas de vida son cada vez más altas. Muchas de nuestras abuelitas superan los 100 años y suman más de 20 viviendo en el hogar. Entonces, al final una se vuelve amiga de ellas”.

Ajuicio de la directora, si bien se generan nuevos lazos en el hogar y surgen afectos nuevos, la presencia de la familia es irreemplazable e insuperable. “Es distinto cuando viene de visita un familiar, la reacción es diferente, y aunque la abuelita en cuestión tenga Alzheimer, se les ilumina la cara. La emoción es otra”.

La realidad es evidente. El propio seremi de Desarrollo Social- lo expone, tenemos un reto como sociedad, nuestro Chile aumenta progresivamente su población adulta mayor, de ello da cuenta el último censo 2017 el cual nos dice que un 12,2% de la población de La Araucanía está en el rango etario de los 65 años y más. Así las cosas, lo que hagamos hoy por los adultos mayores nos favorecerá o perjudicará a futuro a todos y todas. Sólo basta preguntarse ¿cómo quiero que sea mi vejez? ¿Usted lo ha pensado?

 

RAM: La Residencia de Adultos Mayores del Hogar de Cristo, instalada en Nueva Imperial, tiene capacidad para 43 personas, cuyas edades fluctúan entre 65 y 85 años, a las que atiende y sostiene gracias al financiamiento de la fundación más subsidios de Fonasa y Senama.

ELEAM: Los establecimientos de larga estadía para adultos mayores en La Araucanía son tres y tienen capacidad para 120 personas: 30 en Melipeuco, 60 en Cuneo y 30 en Loncoche. En cuanto a visitas, sólo en Cuneo hubo 35 y 33 residentes visitados por sus familiares y conocidos, en marzo y abril, respectivamente.

 

Fuente: Diario Austral de Temuco.

 

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