A sus 22 años, Erick Cáceres sabe perfectamente cuál es su norte y que para lograr sus sueños hay de por medio mucho trabajo y estudio. Además de estar haciendo su práctica por su carrera en gastronomía internacional, tiene dos emprendimientos: uno de comida vegana y otro de catering. Él es nuestro emprendedor de esta semana.

Por María Luisa Galán

Antes de la pandemia, Erick Cáceres (22) programaba su alarma a las 5.40 de la madrugada para llegar a las clases de su carrera: Administración Gastronómica Internacional en el Inacap de Las Condes. Desde Talagante, donde vive con sus papás y hermanos, la locomoción no es fácil; los tacos hacen el trayecto hacia Santiago largo y tedioso. Calcula que eran como tres horas en micro. “Hoy estoy en el limbo”, dice porque está en la etapa de las prácticas, las que le ha sido difícil encontrar por la pandemia. Pero ya está haciendo una, luego le queda la segunda y con eso cierra su proceso de estudios de cuatro años.

Estaba en segundo medio cuando vislumbró el mundo de la gastronomía como su futuro profesional. Se cambió de colegio a uno en donde hacían un curso sobre “alimentación colectiva” y se entusiasmó. Ya en esos años escolares le tocaba pasar harto tiempo arriba de la locomoción colectiva porque tuvo que hacer práctica también en Las Condes. Justo antes de salir del liceo conoció el Programa Socioeducativo de Fundación Súmate, del Hogar de Cristo, el que le brindó apoyo económico y académico durante sus cuatro años de educación superior.

Esfuerzo y perseverancia son los atributos que definen a Erick, porque además de sus estudios, hace poco más de dos años, se aventuró a comenzar un emprendimiento de catering. Fundación Súmate fue la institución que lo impulsó cuando le pidió a él y a dos compañeras más que les hicieran un coffee break para una actividad. La experiencia les gustó, pero por temas de coordinación de tiempos y distancia, el grupo decidió separarse, pero él se motivó a continuar en solitario con su Black Cóctel, el nombre con el que bautizó su pequeña empresa. Así, ofrece servicios para instituciones, cumpleaños y eventos en general. “Los catering son el impulso para que uno sienta que puede hacer las cosas, es simplemente salir de tu zona de confort y buscar el lugar que corresponde”, dice Erick. Cuando hace sus cócteles, él es el encargado de dirigir todo, porque es tanto el trabajo que les pide ayuda a amigos que estudian gastronomía y a familiares.

Pero la pandemia le pegó fuerte, ya no hay eventos, aún así lo toma de buena forma. “Siempre he sido de hacer cosas o vender, es estar siempre en movimiento para ganar algunas lucas. Ahora en pandemia he vendido tortas”, cuenta al teléfono sobre su filosofía non stop. De hecho, mientras daba estaba entrevista, estaba haciendo una torta. Precisamente, a todo lo anterior se suma su cuenta en Youtube e Instagram llamada Vegano Promedio, donde va subiendo recetas veganas, que es lo que más le impulsa cocinar, y las tortas que hace en este estilo de cocina.

“Es escoger el camino que uno quiere. De repente hacía cosas con productos animales y no me llenaba, no me sentía haciendo lo que me realmente me gustaría hacer. Hoy puedo decir que hago tortas veganas y me siento completo por poder hacerlas; y además es un aporte a mis valores”, dice Erick, que es vegano, y agrega que sus preparaciones no contienen productos de origen animal o sus derivados, como huevo y leche.

A futuro quiere hacer varias cosas, como instalarse con una cafetería, pero por ahora su tema es seguir investigando y aprendiendo más cosas. Hoy está haciendo su práctica en un restaurant vegano. “Estoy puliendo todo lo que no sé del veganismo, porque me hice vegano pero no tenía idea de cómo hacer cocina vegana, es un mundo nuevo y quiero perfeccionarme en esto”, cuenta sobre un área de la gastronomía que adora y de la que hay poca oferta en el mercado.

La invitación es a conocer su emprendimiento en su cuenta llamada “Vegano Promedio” en Youtube e Instagram, donde se pueden hacer encargos de tortas y otros productos para Talagante, Peñaflor e incluso Santiago. “Lo coordinamos”, dice, recomendando además su otro negocio de catering, el Black Cóctel, que está también en Instagram.

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