Este año entró en plena vigencia la ley 21.015, que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral. Emplea pretende no sólo que logren ingresar a un trabajo remunerado, sino que se mantengan en el tiempo.

El monitor del  Centro de Preparación para el Trabajo (CPT) de Rostros Nuevos, Jorge Osorio, afirma que luego de la promulgación de la Ley de Inclusión Laboral, en junio de este año, se duplicó el interés de empresas privadas por cumplir con el requisito de una persona con discapacidad por cada 100 empleados. Fundación Emplea, de Hogar de Cristo, pretende no sólo que logren ingresar a un trabajo remunerado, sino que se mantengan en el tiempo.

Para fortalecer el logro de este objetivo, Emplea y Rostros Nuevos, durante el mes de noviembre iniciaron talleres para personas con distintos grados de discapacidad mental y experiencia laboral que comprende diversos temas relacionados con la búsqueda y cuidado de un empleo. Aspectos como presentación personal, currículum, comunicación asertiva y legislación laboral. Estos contenidos se exponen en tres sesiones prácticas, despejando entre acogidos de Rostros Nuevos una de las inquietudes más arraigadas en este grupo de personas: ¿Se pierde la pensión de invalidez al momento de encontrar trabajo?

De manera tajante, la trabajadora social de Emplea, Carla Kortmann indica que no. Deben pasar mucho tiempo y requerimientos para que esto pase: “Si el postulante gana entre un ingreso mínimo mensual y dos ingresos mínimos mensuales, la pensión se reducirá gradualmente a partir del segundo año; y si gana un sueldo mínimo o menos, nunca se pierde”.

Jorge Sánchez, participante de Rostros Nuevos, afirma que las sesiones lideradas por Kortmann, son claras y sencillas: “La profesora supo entendernos, expuso muy bien sus temas, sobre todo lo relativo al control médico e higiene personal. Estos temas debemos dejárselos bien expuestos a nuestro próximos jefes”. Además, destaca el hecho de que, como anteriormente trabajó en Dipreca, Mall Panorámico, Eulen y Sura, asistió a este taller para resolver dudas con respecto a cómo enfrentar una entrevista personal.

Osorio sostiene que en general “el nivel de los acogidos es muy alto. La mayoría ya ha salido al mundo laboral y saben más o menos lo que deben hacer, lo que permite incluir otros aspectos, profundizar y lograr la colocación final en el puesto”. El profesional asevera que si antes de la ley de inclusión existía un contacto con dos empresas al mes, hoy se ha duplicado. “Pero debemos ser prudentes, ir paso a paso, no sólo para que las personas con discapacidad entren, sino que se mantengan el sus empleos”.

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