Ago
2017
En alianza con Dibam reinauguramos biblioteca de Casa de Acogida “Ustedes son mi biblioteca”
Así llamo José García, voluntario del Hogar de Cristo, a los adultos mayores de la Casa de Acogida Joss Van Der Rest, que asisten al taller de lectura que lidera junto a Isabel Araya: “Ustedes son mi biblioteca”, les dijo hoy.
Agosto es un mes que convoca y reúne. En días en que se conmemora la solidaridad, en honor al Padre Hurtado, este martes 22 de agosto se reinauguró la biblioteca de la Casa de Acogida Joss Van der Rest del Hogar de Cristo. En el evento, participaron Rafael Gumucio, su mamá Isabel Araya y José García.
La reapertura de la biblioteca fue posible gracias a un convenio con la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), entidad que entregará nuevos títulos y apoyará la gestión de los libros. Precisamente, Ángel Cabezas, su director, señaló: “Este va a ser un espacio para reencontrarse con la lectura, desde comics hasta libros de ciencia y autoayuda. Para la Dibam, cuya tarea es entregar libros a todos los chilenos y chilenas, está gustosa de participar en esta actividad”.
Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo de las Fundaciones Hogar de Cristo, destacó el especial sentido de la reinauguración en este mes dedicado al Padre Hurtado, pues el santo chileno fue uno de los grandes escritores de su época. Además, dijo que “esta biblioteca representa los anhelos más profundos de justicia social del Hogar de Cristo. Anhelo de reconocer los derechos vulnerados de los más excluidos, sin acceso muchas veces a los bienes y servicios que ahora estamos proveyendo”.
Durante la actividad se reveló un hecho histórico y anecdótico. José García, el mencionado voluntario, de profesión geógrafo, vivió exiliado en Argelia, a donde le llegaban cartas a un tal Pepe García, que no era él. Cuarenta años después, en la Casa de Acogida del Hogar de Cristo, José García conoció a otro José García, pintor, chef, otrora exiliado en Francia y hoy acogido de la hospedería de la fundación desde hace más de dos años. Ahí este último, le preguntó: “¿Tú eras el Pepe García que vivía en Argelia? Porque esas cartas que te llegaban eran para mí”.
El mágico encuentro hoy los tiene convertidos en íntimos amigos. “Ellos son una biblioteca por su conocimiento. Nos han permitido tener experiencias fantásticas. Yo no soy escritor, pero más allá de la profesión lo importante es que todos somos libros y los libros hay que abrirlos para aprender a conocernos”, dijo José García, el geógrafo, hoy conmovido e impresionado por las vueltas de la vida.
Por su parte, Rafael Gumucio se refirió a los libros como una “droga legal”, que debería prohibirse para estimular su consumo. “Hay quienes dicen que la literatura es muy solitaria, pero no es verdad. Cuando uno escribe o lee no está sólo. Hay mucha gente comunicándose, es como un celular que no hace ruido, que no molesta ni vibra. Leer o escribir es libertad. Y todos los lectores son escritores”, dijo.
Su mamá, Isabel Araya, escritora y voluntaria de la Casa de Acogida, remató así: “Hemos conocido la vida de muchísimas personas que equivalen a muchísimos libros. Y eso tiene tanta importancia, y es la razón de por qué no nos hemos podido mover de acá. Siempre les digo: ‘Hoy aprendí una nueva cosa de ustedes’”. (Ver entrevista en extenso).
Si te conmuevió la historia de los dos Pepes García, hazte voluntario. #Involúcrate