Jul
2016
Porque el frío no mata. Mata la indiferencia: en la noche más larga del año, fuimos al encuentro de personas en situación de calle!
Salimos a recorrer los rincones más escondidos y de menos accesibilidad en diez comunas de la capital, para acompañar a las personas que luchan contra las bajas temperaturas, la indiferencia y la falta de oportunidades. Nuestro objetivo: estar con quien nadie más esta.
Vivir en situación de calle va mucho más allá de la falta de un techo y la pérdida de vínculos sociales, ya que también implica la vulneración los derechos fundamentales de las personas, mermando así aún más su calidad de vida. Esta realidad se exacerba aún más durante el invierno, cuando el frío se convierte en un factor de riesgo inminente que todos los años cobra la vida de las personas que viven bajo estas circunstancias.
Es por esto que más de 50 personas entre voluntarios, trabajadores y vecinos de nuestra Fundación se reunieron en una de las noches más frías y larga de la temporada, para ir al encuentro de personas en situación de calle al comienzo del invierno, experiencia en donde vivenciaron el valor de un abrazo y una buena conversación en torno a una improvisada fogata en un rincón de la ciudad.
El Capellán Pablo Walker, quien lideró la actividad, manifestó que “Transformar la indignación que esta realidad nos provoca en la energía que nos llama a involucrarnos es fundamental. Había una política de calle en proceso de llevarse a cabo que en este momento está en compás de espera y ya van 25 personas muertas durante el 2016”.
“Junto con movilizar a la ciudadanía necesitamos incomodar a las autoridades para que haya algo mejor que la calle para nuestros compatriotas, para que las personas no sigan muriendo de frío ahora pero también para que el próximo invierno no estén en calle”, agregó.
Durante estos últimos seis meses, en tanto, como país ya hemos tenido que lamentar el fallecimiento de 26 personas en situación de calle, hecho que nos enoja profundamente por cuanto evidencia la insondable vulnerabilidad de quienes viven esta realidad, pero que de la misma forma nos moviliza a trabajar de forma aún más ardua en pos de los más excluidos de nuestra población.