Ago
2021
Pool Inmobiliario: Una empresa que se la juega por las personas en calle
El programa Vivienda Primero que desde 2019 ejecuta el Hogar de Cristo para la inclusión social de personas en situación de calle, encontró en la empresa Pool Inmobiliario un socio inesperado. Su gerente general, Ignacio Lagos, explica por qué quisieron sumarse a este innovador proyecto que es financiado en su totalidad por los ministerios de Desarrollo Social y de Vivienda.
Por M. Luisa Galán y M. Teresa Villafrade
A Ignacio Lagos, gerente general de la empresa Pool Inmobiliario, un día le llegó un mail de un amigo asociado a la Cámara Chilena de la Construcción invitándolo a sumarse al programa Vivienda Primero. Le decía: “Esto es para ti”.
Eran mediados de 2019 y el proyecto social inspirado en la idea del psicólogo griego-estadounidense Sam Tsemberis, aún estaba en rodaje y con muchas aprensiones en Chile. Pero Lagos, más que ver problemas en la iniciativa, vio la oportunidad de generar un gran impacto con bajos riesgo, teniendo como respaldo a instituciones expertas en temas de personas en situación de calle.
“Para mí fue muy importante que fuera una política pública, no una iniciativa que caducara con un gobierno, sino que trascendiera en el tiempo y que, además, era difícil que se terminara, porque echar a una persona que le diste la posibilidad de salir de la calle porque se terminó el programa, no podía ser. Entonces me pareció un tremendo aporte a la sociedad, me encantó ser pionero dentro de la industria inmobiliaria y tener la oportunidad de ayudar”, dice Ignacio Lagos, quien luego se contactó con la Cámara Chilena de la Construcción y el Hogar de Cristo.
Pool Inmobiliario no es una inmobiliaria propiamente tal, sino una entidad intermediaria entre los bienes inmuebles y los compradores. “Nosotros vendemos los proyectos de las inmobiliarias y se los ofrecemos a nuestros clientes, que son inversionistas que buscan capitalizarse a través de la inversión en departamentos. Somos como un bróker inmobiliario”, explica.
En estos momentos, 15 personas que vivieron en situación de calle y ahora son parte del programa Vivienda Primero, son clientes de Pool Inmobiliario en distintos departamentos ubicados en La Florida, Estación Central y San Miguel. Además, la empresa trabaja con dos organizaciones: Hogar de Cristo y CIDETS. El arrendador inicial fue su hermano, Juan Enrique Lagos, el dueño del departamento donde vive su también primer arrendatario: Jaime Astudillo, quien estuvo 29 años en situación de calle y hoy pernocta en un departamento ubicado en el paradero 14 de La Florida. “Esta iniciativa nos generó orgullo organizacional, generó contactos con realidades distintas y una mayor entendimiento de la situación de las personas que viven en la calle. Hemos generado buenos vínculos en estos dos años”, agrega el gerente general. Mira aquí el video con el testimonio de Jaime Astudillo.
“A todos los propietarios que les hemos pedido sus departamentos para este programa, todos nos han dicho que sí. Hay que saber planteárselo y hay bastante confianza de ellos en nosotros. Los dueños no han tenido muchos temores, hubo algunos, como el cuidado del inmueble, el contrato, pero la verdad ha habido una buena recepción. Ellos siempre han recibido la plata con sus ajustes”, cuenta.
¿Cómo convencen a los dueños?
Primero está la confianza con Pool Inmobiliario y que, a los que llaman, son los que tienen un perfil más abierto y social. Pero hoy, su gran respaldo, son los dos años de experiencia que ya tienen con Vivienda Primero.
Punto importante. El valor del arriendo es el de mercado e incluye reajustes. “Es un win-win (ganar-ganar). Ayudas y tienes un arriendo asegurado. Como en todo, hay riesgos, pero está el respaldo de grandes instituciones que se juegan su prestigio, como el Hogar de Cristo y el Ministerio de Desarrollo Social”, dice Ignacio.
“Hemos visto la evolución de Jaime, desde que entró por primera vez al departamento. Hoy su casa se siente como un hogar. También lo vemos en su autoestima, con más seguridad, con identidad y parte de una comunidad. Además, empezó a generar vínculos con su familia, lo que es maravilloso y le da dignidad”.
NO ES FILANTROPÍA, SINO UN DEBER SOCIAL
Nicolás Winter, ingeniero civil de 34 años, trabaja en la empresa estatal Fondo Infraestructura, que busca materializar proyectos de infraestructura de interés social. “Es una empresa muy nueva que está recién partiendo, no tienen más de dos años”, explica.
Cuenta que ha comprado dos departamentos en Pool Inmobiliario como inversión y, al saber por Ignacio Lagos del programa Vivienda Primero, lo conversó con amistades. “Algunos me dijeron que les daba susto no saber quién es el arrendatario y que probablemente fuera gente con peor situación económica que no iba a cuidar bien la vivienda. Pero yo me dije que tenía que aportar mi granito de arena, en especial si es una persona que lo necesita y a la cual se le cierran las puertas por su historia de vida”, señala.
Fue uno de los primeros en sumarse al proyecto y lejos de arrepentirse está más convencido que nunca de que hizo lo correcto. “Yo le podría arrendar a cualquier persona, pero encuentro que es maravilloso formar parte de un proyecto que es totalmente innovador en Chile. Hay hartos prejuicios sobre el tema, pero yo les he dicho a todos mis amigos y conocidos que no me siento haciendo filantropía, sino que es mi deber social. Es un voto de confianza por personas que lo han pasado muy mal”.
-¿Y cómo ha sido tu experiencia hasta ahora?
-Muy buena, son personas muy cuidadosas y respetuosas. Estoy muy tranquilo con mi decisión. Espero que esto se replique y crezca más todavía, porque así vamos cambiando Chile. Además, me da mucha confianza que este proyecto lo lleve adelante el Hogar de Cristo. De niño, en mi casa siempre hubo un vínculo con la fundación que creó el padre Alberto Hurtado, pues mi madre era voluntaria y siempre iba a las residencias de adultos mayores. La solidaridad y el ver al otro me lo inculcaron en mi familia. Los felicito por la tarea que hacen, la encuentro muy valiente. Yo no me siento el mejor compatriota, siento que es poco lo que uno hace.
Hoy, el programa Vivienda Primero está presente en 5 regiones y 25 comunas del país. En total, hay 353 personas, entre hombres y mujeres con muchos años de experiencia en calle y sobre 50 años de edad, que están viviendo en una de las 181 viviendas en individuales o compartidas, habilitadas para recomenzar un nuevo proyecto de vida, además de recibir apoyo profesional especializado de psicólogos, terapeutas ocupacionales y trabajadores sociales. La aspiración es que a fines de este año, sean en todo el país 503 beneficiados. Y que el 2022 se duplique esa cifra.
En la foto principal: Jaime Astudillo y su hijo “adoptado” Fabián.