Con el objetivo de presentarse y conocer los trabajos de ambas instituciones, los directivos Paulo Egenau y Solange Huerta, se reunieron para ahondar en la labor en la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país. 

En la oportunidad participaron jefes de departamento de SENAME, funcionarios de UNICEF, y el equipo de la Dirección Social Nacional de nuestra Fundación, en donde se compartieron diagnósticos, sobre la responsabilidad histórica estatal y social, transversal a todos los gobiernos, además de presentar las distintas áreas de trabajo que realiza el la fundación con la infancia vulnerada en el  país.

También se destacó y se mostró la investigación que se está llevando adelante sobre experiencias nacionales e internacionales, para mejorar la calidad de las residencias de protección, y así proponer un nuevo modelo de intervención, con la finalidad de fijar estándares de calidad que permita reparar los derechos de los niños y niñas adolescentes y de reunificarlos con sus familias, en el  cual se mostró gran interés por parte del organismo y  la UNICEF en participar en futuras reuniones para hablar del proyecto y generar recursos para posibles alianza externas.

Nuestro Director Social Nacional del Hogar de Cristo, Paulo Egenau, manifestó que “Como Fundación nos interesa y nos mueve el tema de la pobreza infato- adolecente que hay en nuestro país y sin duda  es una inquietud fundamental para nosotros, y a partir de esto como institución, estamos a disposición para trabajar en conjunto con el Gobierno, ya que estamos preocupados de nuestros programas intra-hogar y también generar articulaciones y sinergias entre el Estado, Organizaciones de la Sociedad Civil e internacionales con el propósito de mejorar la calidad de atención de los niños que están en situación de mayor pobreza en el ámbito de la protección en la actualidad”.

En la actualidad la institución tiene programas ambulatorios y residenciales que son subvencionados por el Sename, contando actualmente con 8 residencias de protección en las ciudades de Antofagasta, Calama, La Serena, Quilpué, Santiago y Osorno. En total, la institución acoge a 144 niñas, niños y adolescentes que han sufrido vulneraciones en sus derechos, que tienen entre 6 y 18 años.