Así les habló el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, a 30 personas en situación de calle acogidas por el Hogar de Cristo en la Hospedería Alberto Hurtado. La autoridad comió con ellos para celebrar la reapertura del local, que volvió a funcionar tras los daños provocados por las inusitadas lluvias de febrero, pero lo más importante es que conoció la calidad del programa y la necesidad de una nueva hospedería con más capacidad de atención.

Equipo de comunicaciones.

“Realmente este es un programa modelo que nos enorgullece”, dijo el director ejecutivo del Hogar de Cristo, Juan Cristóbal Romero, quien participó de la reapertura de la Hospedería de Iquique, la que permaneció cerrada durante más de un mes a causa de los daños provocados por las intensas lluvias de febrero pasado en la techumbre, pisos y en varias de las dependencias, los que obligaron a su cierre temporal. Añadió: “Se hace un muy buen trabajo psicosocial, con actividades de alfabetización, inserción laboral, tratamiento de consumo problemático de alcohol y de otras drogas, con casos de éxito, en que las personas logran dejar la calle y recuperar sus vidas, integrándose de nuevo a la sociedad y recuperando sus derechos, porque de eso se trata”. 

Al sencillo acto asistió también Alfredo Moreno, ministro de Desarrollo Social, quien visitó Iquique y cerró sus actividades del día, cenando con los 30 acogidos -26 hombres y 4 mujeres- de la Hospedería, ubicada en Los Copihues 2442, en el centro de Iquique. Durante las semanas que el local permaneció cerrada por reparaciones, Hogar de Cristo se abocó a hacer rutas de calle en una ciudad que tiene un alto número de personas viviendo sin un techo ni las condiciones mínimas de bienestar. Como señaló el ministro: “En Iquique hay más de 700 personas en situación de calle, proporcionalmente bastante más de las que hay en el resto de Chile. Por esa misma razón, ahora estamos trabajando para que puedan tener una nueva hospedería en la ciudad”.

Eso era crucial para el equipo profesional, los trabajadores, los voluntarios y sobre todo los acogidos, quienes llevan una década expectantes con el proyecto de una hospedería moderna y con mayor capacidad para acoger a más personas, dada la realidad social de la región. “El ministro pudo conocer el programa y las condiciones en que recibimos a quienes requieren abrigo, cobijo y atención psicosocial”, señaló la sicóloga Constanza Bartolotti, quien se desempeña como jefa social territorial del Hogar de Cristo en Iquique, y tiene a su cargo la Hospedería Alberto Hurtado, vuelta a poner en funcionamiento, pero que ciertamente se hace poco. “Necesitamos que nos ayude a sacar adelante la nueva Hospedería de la región, un proyecto que lleva una década en trámites y aún no se ha concretado. El Fondo Nacional de Desarrollo Regional ya fue aprobado por el Consejo Regional (CORE), así es que requerimos sólo de la voluntad de las autoridades para iniciar juntos la construcción”, explicó la psicóloga, quien también comentó el importante rol que le cabe al intendente Miguel Ángel Quezada en la concreción de esta anhelada obra.

El momento más emotivo de la comida que tuvieron las autoridades nacionales y regionales con los acogidos, se vivió cuando Marco Caniulef, participante de Hospedería de Iquique, pidió la palabra: “Desde temprana edad conocí la calle. A veces dormía en el hospital, a veces en la plaza, donde podía… Cumplí 18 y por delinquir, pasé 10 años de mi vida en la cárcel, después salí y fracasé en mi matrimonio y de nuevo quedé en situación de calle. Caí en la adicción, en las drogas y casi me muero. Pasó el tiempo y me interné en fundación Paréntesis de Hogar de Cristo. Después de luchar por más de 5 años contra las drogas, logré salir adelante. Por eso es que hoy estoy aquí, para dar las gracias a la gran obra del padre Hurtado”, declaró, emocionado.

Luego de las palabras de Marco Caniulef, el ministro Alfredo Moreno, hablo y valoró a cada uno de los acogidos de Hogar de Cristo, señalando que: “Ustedes son personas tremendamente valiosas. Independiente de lo que haya pasado antes, lo importante es lo que hay para adelante. Esa es la pelea que vale la pena dar hoy”, les dijo.

De acuerdo al Segundo Catastro de Personas en Situación de Calle de 2011, el que está desactualizado, en Tarapacá existirían 727 personas en esta condición. Y según la Matriz de Inclusión Social del Hogar de Cristo, sólo 134 de ellas participan de algún programa de atención ambulatoria básico. Por lo tanto, la brecha de atención a nivel regional es de un 82%, lo que significa que 593 personas no reciben ningún tipo de ayuda social.

“Vivir en calle representa una constelación de carencias, es experimentar una privación generalizada en múltiples esferas del bienestar. Se trata de un fenómeno complejo desde diversos puntos de vista, partiendo por su definición, pasando por sus causas y consecuencias, hasta sus métodos de abordaje”, señaló la jefa social territorial del Hogar de Cristo en Iquique, Constanza Bartolotti.

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