El mentor y el mentoreado hacen una dupla virtuosa: el segundo recibe del primero consejos, apoyo, confianza en su proceso de inclusión laboral para no cejar y permanecer en su empleo. No es fácil, porque los mentoreados son personas en situación de pobreza y vulnerabilidad que se están iniciando en el mundo del trabajo.

Por Mauricio Bascuñán

La evidencia internacional en torno a la capacitación laboral de personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social ha demostrado que muchos abandonan sus puestos al poco tiempo de ingresar, debido a que muchos nunca han trabajado formalmente, viven lejos de sus trabajos, no cuentan con redes de apoyo y, principalmente, no confían en sus habilidades aprendidas en talleres, capacitaciones o educación formal. Emplea se enfrenta a esta realidad y para ello crea “Mentoring”.

“En Emplea estamos convencidos que el factor más potente y sostenible para superar la pobreza es el acceso a un puesto de trabajo. Generar ingresos rompe la barrera de la exclusión social”, afirma Mary Maloney, encargada del primer grupo de participantes de “Mentoring”, la mayoría mujeres que han iniciado su proceso laboral con bajas remuneraciones y pocas redes sociales. En este proceso de 4 meses hacen pareja con un profesional que las asesora en distintos aspectos para que no retrocedan ni abandonen su trabajo.

“El ofrecimiento de consejos, información o guía que hace una persona a otra, beneficia el desarrollo personal y profesional. Al que aprende lo llamamos mentoreado”, destaca Maloney y es el pilar principal de este nuevo programa piloto de Emplea. que pretende extenderse durante el tiempo y expandirse a regiones. Para lograrlo, se requiere de “mentores” voluntarios y capacitados para entregar sus conocimientos.

Escuchar activamente, preguntar, hablar y opinar son acciones básicas para conseguir el objetivo. “Queremos que los profesionales sean una fuente de consejos para los que están partiendo en el mundo laboral y que se logre reflexionar en temas más profundos con el participante, como sus procesos internos enfrentado al mundo del trabajo y el análisis de los pasos que vienen en su naciente trayectoria laboral”.

El pasado 22 de mayo, en la sede Emplea de la calle Germán Yungue, de Estación Central, egresó una decena de “mentoreados”, todos acompañados de sus parejas, quienes se emocionaron al comprobar que sus alumnos agradecían el proceso vivido. “Todos los que formaron parte de este proyecto mantuvieron sus puestos de trabajo y lograron cercanía con sus mentores”, dijo la encargada, quien destacó que los egresados aumentaron la confianza en sí mismos y en sus habilidades laborales.

Valente Alarcón, director de Desarrollo de Emplea, dijo en la ceremonia, que se logró un sueño del que se venía hablando desde hace más de un año. Agradeció especialmente a “la empresa Lee Hecht Harrison (LHH) que nos ayudó a juntar voluntarios profesionales”.

Marina Hevías, mentora, e Ibetty Molina, mentoreada, agradecieron la oportunidad de potenciar habilidades, conocer nuevas herramientas y poder tener a una persona al lado para apoyarse en momentos de dificultades en el trabajo. La primera afirmó que lograron con creces la meta que se pusieron al iniciar el piloto y se declaró feliz de haber conocido a “una mujer que cada día busca superarse”. Ibetty, por su parte, agradeció el proceso y lo que aprendió en este camino de 4 meses. Dijo que la mentora le enseñó a dar pasos más firmes en las decisiones que seguirá tomando en el campo laboral.

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