Por primera vez en sus más de diez años, el tradicional evento anual de la institución del Hogar de Cristo presentó una obra teatral. Con Tomás Vidiella, Jaime Vadell y Coco Legrand como protagonistas del escenario, el local de eventos Centro Parque se llenó y deslumbró.

Equipo de Comunicaciones Hogar de Cristo

“Para nosotros como artistas es una gran oportunidad venir al Hogar de Cristo a hacer una función gratis para ayudar y colaborar con esta obra con que nos ha ido tan bien y  tiene tanto éxito. Colaborar es un honor y algo que nos tiene muy contentos, dijo el actor Tomás Vidiella, parte del elenco que compone la exitosa pieza teatral “Viejos de Mierda”.

Y el éxito se repitió en la Cena con Sombrero que organizó Paréntesis, fundación del Hogar de Cristo que se dedica al consumo problemático de alcohol y otras drogas, en el local de eventos Centro Parque, en el corazón de Las Condes. Con la animación de Carolina de Moras y Julián Elfenbein, en conjunto con Paulina Rojas y Juan Pablo Queraltó, cientos de personas acudieron al llamado solidario por las personas en situación de pobreza con consumo problemático. Todos asistieron con ingeniosos sombreros, que es el código de vestuario del evento y, como cada año, se premió el más creativo. Este año el galardón recayó en un diseño de Cheshire, el gato de Alicia en el País de las Maravillas, que además iba acompañado de luces. A su vez hubo bingos y concursos, una rica lasaña, para luego pasar al plato de fondo, que eran los “Viejos de Mierda”.

Pero antes del show estelar, se presentó el principal proyecto que fundación Paréntesis desarrolla este 2018: se trata de  dos residencias de protección pilotos. Una para hombres y otra para mujeres, que llevan más de dos meses en ejecución. Esta iniciativa contempla la reducción del número de niños por cada centro, no más de 10, con habitaciones individuales o compartidas por no más de dos personas. En un video especialmente se informó que hay un total de 21 profesionales a cargo de los jóvenes, realizando un trabajo psico-social y judicial. Todo, con altos estándares de calidad de atención para que estas residencias sean sólo de paso y un paréntesis en la vida de los niños y jóvenes.

El capellán de fundación Paréntesis, el sacerdote jesuita Renato Poblete Ilharreborde, señaló, enfocado en el tema del consumo de alcohol y otras drogas: “Las personas que llegan a la institución se merecen esto y mucho más. Siempre les digo: no confundas lo que has vivido, con lo que eres. La droga no es el problema, sino una mala solución para otros problemas. Hay que trabajar la vida y en eso llevamos muchos años. El llamado es no a encasillar a las personas, sino a levantarlas con fortaleza, como lo hizo el padre Hurtado”.

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