Mar
2018
A un año de los mega incendios: las Corrientes y Santa Olga felices y empoderados con su nueva vida
Para los más de cien niños del colegio Las Corrientes y los 64 niños del jardín Infantil Personitas de Santa Olga, lo destrozado el año pasado por los incendios, no hizo para nada fácil el 2017. La incertidumbre por su futuro educacional era un tema que les preocupaba enormemente.
Por María Ester Gómez.
Tras los mega incendios, ocurridos del verano de 2017, miles de personas, familias y organizaciones, acudieron en su ayuda, colaborando en la exitosa campaña “Juntos por Chile”, liderada por el Hogar de Cristo con otras entidades, y que permitió reconstruir estos establecimientos educacionales.
Ingrid Rojas, directora del Colegio de Las Corrientes, comenta y agradece todos los aportes que recibieron este primer año escolar, post incendio. “En agosto quedamos más liberados, porque si bien mucha gente quería estar con los niños, eso implicaba interrumpir clases y no desarrollar el programa escolar como estaba planificado. Venían visitas a dejar cosas para los alumnos. Estuvimos muy visitados. De vuelta al segundo semestre, nos pudimos concentrar más en la tarea”.
Para Denise Yévenes, Directora del Jardín Infantil Las Personitas de Santa Olga, el año 2017 fue en lo personal el peor de su vida debido, además, a la muerte de su madre. “Estando viva mi madre, quizás mi respuesta hubiese sido que sólo fue un año caótico. En marzo fuimos reubicadas en los jardines infantiles de Constitución. Tuve la suerte de estar en el Jardín de Chacarillas, que es fusionado con Hogar de Cristo y JUNJI, junto a siete compañeras, seis educadoras técnicos y una auxiliar de aseo. Esto fue todo el mes de marzo y en abril recién llegamos a las dependencias nuevas donadas por el Hogar de Cristo. En junio comenzamos a trabajar con niños y tuvimos una matrícula muy baja, sólo 64 chicos de los cuales muy pocos venían debido al mal tiempo y a lo lejos que ahora vivían”.
En Santa Olga, el incendio afectó a más de mil viviendas. Del Jardín Infantil lo único que quedó en pie fueron los juegos. “Para las mamás fue un duro golpe lo sucedido, a diario se lamentaban por lo que habían perdido. En cambio, los niños estaban muy alegres con el nuevo jardín, los nuevos juguetes. Los pequeños no dimensionaron lo que había pasado “agrega Denise.
En el Colegio de Las Corrientes, los niños tampoco tuvieron problemas, según Ingrid, su directora. “Al principio me preocuparon porque los noté un poco indiferentes, me decía tal vez los niños fueron sobre asistidos. Sin embargo, salieron adelante porque vieron que sus casas se estaban levantando. Con la incertidumbre, en un principio, de dónde voy a vivir, estudiar, mis papás perdieron todo, quizás qué más cosas pasaron por sus cabezas. Pero como vieron un gran apoyo, vino mucha gente a darles contención, del norte y del sur, a entretenerlos. No tuvieron tiempo para sentirse muy afectados; ellos se sintieron respaldados y con soluciones habitacionales a la semana. Los vecinos del sector erigieron sus casas quedando en mejores condiciones que la que tenían sus hogares.”
Tanto los vecinos de Santa Olga como del sector de Las Corrientes recibieron kits de ayuda entregados por el Hogar de Cristo gracias a la Campaña de Juntos por Chile. Esos kits consistieron en un comedor para 4 personas, 2 camarotes, 4 colchones, 4 juegos de sábanas, 4 cubrecamas, 4 almohadones, 8 frazadas, 1 cocina a gas, batería de cocina, juego de loza, set de vasos, servicios y 1 balón de gas.
Una de las familias beneficiadas en el sector de Santa Olga fue la de Rosalía Morales, quien junto a su pareja, nos comentan muy agradecidos la entrega de esos artículos y nos comentan además que este año tendrán su casa definitiva.
En, San Javier, Alejandro Conteras de 53 años, vive completamente solo, y cuenta que recibió “hartas cositas” y da gracias a Dios y al Hogar de Cristo por el apoyo que le brindaron en esos duros momentos.
¿Qué otros beneficios obtuvieron los vecinos de Santa Olga y Las Corrientes a partir de los devastadores incendios?
Denise Yévenes, directora del Jardín Infantil Personitas, cuenta, emocionada, que antes en el sector de Santa Olga no había luz ni agua permanente. Tenían una cooperativa. Incluso debían suspender actividades por el tema del agua. “Ahora contamos con luz permanente y, por ende, con agua”. Además comenta que el año 2019 se va a inaugurar en las cercanías un jardín infantil grande al lado de un nuevo colegio.
“Nosotros tenemos una multicancha que jamás imaginamos. La de antes no tenía techo, era una malla de gallinero con unos polines y un radier. Ahora si les preguntas a los niños qué es lo más lindo que tienen, es su cancha techada. Es inmensa, preciosa”, relata alegremente Ingrid Rojas, directora del Colegio Las Corrientes.
Este 2018 se vislumbra con otros ánimos. El sacrificio y la fortaleza puesta durante todo el año pasado dieron paso a la esperanza, al trabajo en equipo, como precisa Ingrid Rojas. “Esperamos abocarnos a nuestros niños en lo pedagógico, que sea un año de aprendizaje cognitivo, que desarrollen sus habilidades sociales, que haya una buena convivencia entre nosotros, en armonía. Que empujemos juntos el carro”. Y que dice con gracia la directora del Jardín Infantil Personitas de Santa Olga: “Tenemos otra actitud frente a la vida. Por ejemplo, antes a mí me daba vergüenza pedir al Seremi lápices de colores o lo que fuera. Hoy, en cambio, con lo de la tragedia, pedir es mi fuerte: pido sin vergüenza para nuestros niños”.