Ago
2019
Juan A. Fuentealba, Funeraria Hogar de Cristo: “La modernidad nos hace creer que somos inmortales”
El gerente general de la Funeraria Hogar de Cristo despeja muchos mitos y explica cómo se relaciona la labor social de la empresa con la causa creada por Alberto Hurtado, en todos los planos. Cuenta también que prontamente recibirán un premio en Chicago, por el alto estándar del servicio que entregan a la comunidad y a sus clientes.
Por Mauricio Bascuñán A.
Juan Andrés Fuentealba, gerente de Funeraria Hogar de Cristo desde 2011, cuenta que desde hace cuatro años la funeraria es una “Empresa B”. ¿Qué es una organización con este sello de calidad? Son instituciones que deciden dar un salto no sólo generando utilidades, sino también en responsabilidad social, medio ambiental y relaciones laborales. Fue en 2015 que dieron los primeros pasos para acreditarse y formar parte de las 130 empresas “B” que existen en el país y que además deben dar una prueba de blancura en materia de transparencia, lo que año a año se ve reflejado en la Memoria Interactiva que Hogar de Cristo pone a disposición de la ciudadanía en la web.
Además de su trabajo comercial, Funeraria Hogar de Cristo por estatutos, transfiere más de 500 servicios gratuitos a acogidos de la fundación, adultos mayores en abandono de diversos lugares de Chile y migrantes sin familia. “Todo el que nace debe tener derecho a una sepultura digna. Y nuestra compañía tiene un sello social. Con los servicios costo cero que entregamos a personas en situación de pobreza, queremos dignificar la despedida de una persona, sea de donde sea, y al margen de lo que haya hecho en su vida”, explica el ejecutivo. Desde su creación en 1954 hasta hoy, Funeraria Hogar de Cristo ha estado en los servicios mortuorios de ex presidentes, artistas, intelectuales hasta migrantes sin dinero para su repatriación o personas fallecidas en situaciones insólitas, como la familia brasileña que murió hace unos meses intoxicada por monóxido de carbono en un departamento en el centro de Santiago.
Estas acciones y esta vocación revelan la condición de única empresa social en su rubro. “Lograr ser B no es fácil porque para obtener el sello nos piden requisitos de plazo de pagos de proveedores a 30 días, y para aquellos claves en la operación, a 15 días”. Esto les ha permitido estar desde hace más de dos años sin demandas laborales, hacerse cargo de la Ley 20.393 (de cohecho y lavado de dineros) y no practicar esa oscura y antigua práctica conocida como la de los buitres, que consiste en pararse afuera de los hospitales buscando a quienes tienen un familiar moribundo para ofrecerle los servicios funerarios. “Nuestro objetivo es dignificar el momento de la muerte y no nos prestamos para esos procedimientos. Jamás acosamos a las personas en esos momentos tan dolorosos”, afirma el ingeniero y MBA en dirección de empresas.
–¿Cómo se moderniza un negocio tan tradicional y antiguo?
-Estamos muy pendientes de las transformaciones digitales y de mejorar nuestros procesos, sobre todo las comunicaciones con nuestros clientes. El propósito es mejorar la experiencia del servicio, estar con las familias que perdieron un cercano desde el primer instante y resolver los problemas que se les puedan presentar. Tenemos servicios funerarios desde 500 mil pesos. Si se usa la cuota mortuoria, por ley, el Estado debe entregar unas 15 UF aproximadamente a quien pague el funeral. Por lo tanto un servicio se puede oficiar a un bajísimo costo.
El gerente general también comenta que, como parte del progreso de la organización que cuenta con más de 170 empleados, se ha avanzado enormemente en paridad de género: “Un 40 por ciento de nuestros trabajadores son mujeres, y, en los últimos años, en la plana ejecutiva las hemos incorporado por su capacidad para lograr los objetivos que nos proponemos”.
Derribando mitos y un mea culpa
Dentro de las consultas más frecuentes en redes sociales están los rumores sobre a quién pertenece Funeraria Hogar de Cristo. Fuentealba indica que en un ciento por ciento pertenece a la causa del Padre Hurtado. “Los directores y trabajadores dependen de Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo de Hogar de Cristo. Quizás antes no lo decíamos tan expresamente, pero ahora nuestra relación se visibiliza en todo, partiendo por los documentos de gestión y la memoria anual del Hogar de Cristo. Tal como sucede con los programas sociales, ponemos al centro a las familias, tanto de los afectados por la muerte, nuestros clientes, como de nuestros trabajadores”.
El mercado de las funerarias está lleno de mitos porque por lo general pocas veces los seres humanos se ven enfrentados a la muerte de un ser querido, lo que convierte esos momentos en instancias muy sensibles, donde la delicadeza, pero la transparencia en cuestiones objetivas, como los precios, son claves. “Muchas empresas no quieren transparentar estos datos esenciales, ya que así ganan más. Algunas cobran de acuerdo a ´la cara´ de las personas o de cómo llegan vestidas. Es arbitrario y poco serio”.
Medio ambiente y copias
Como parte del proceso de modernización, Fuentealba cuenta que han hecho un cambio total de los vehículos funerarios por máquinas con motores diésel, que contaminan menos y se adecúan al estándar que pide una “Empresa B”. “Estamos convencidos de que en el corto plazo vamos a seguir bajando la huella de carbono porque en breve tendremos nuestra primera flota de autos híbridos”. Como parte del compromiso con la naturaleza, cuenta que el 30 por ciento de los ataúdes se compran en España, donde se entregan certificados de tala responsable de madera. Y que son los únicos que no utilizan zinc ni vidrio dentro de sus ataúdes. “El zinc se demora 10 años en biodegradarse. Al comprometernos con este nuevo diseño, logramos también bajar el peso de las urnas y rebajar drásticamente las tasas de lumbago de nuestros trabajadores”.
-Debido a estos altos estándares, ¿existen compañías que los copian indebidamente?
-Sí, muchas veces. Por ejemplo, existen “marcas” como Hogar Limitada, Padre de Cristo, entre otras. Todos se quieren parecer a nosotros. Actualmente tenemos líos judiciales con funeraria In Memoria. Ellos pagan a Google para aparecer primeros, y cuando los llamas dicen que son Funeraria Hogar de Cristo. Nos pasó con el servicio de la periodista Javiera Suárez, que falleció este 2019 de cáncer, por ejemplo, hasta han puesto logos nuestros ataúdes. A Hogar Redentor lo demandamos y están ya en proceso de cambio de logo, obligados. Lo que da rabia es que a veces cometen errores y luego nos culpan a nosotros.
Finalmente el responsable de la funeraria recomienda siempre tratar de cotizar antes, para no dejar la carga del sepelio a los familiares, aunque entiende que la modernidad de alguna manera hace creer que “somos inmortales. Nadie cotiza, todos prefieren comprar pasajes de avión o un tour. Y cuando pasa, ¡nadie sabe qué hacer! Lo ideal sería anticiparse”.
Más sobre la Funeraria Hogar de Cristo, visita: www.fhc.cl