La jefa de Inclusión y Marketing Interno en tiendas por departamento de Cencosud, fue expositora en la primera charla de inclusión laboral, con foco en diversidad sexual. Asistieron al C-LAB de fundación Emplea, un centenar de trabajadores con muchísimas inquietudes para aprender a acoger a diversos tipos de personas vulnerables, sin prejuicios, y promoviendo medidas como currículums no discriminatorios.

Por Mauricio Bascuñán

Positivamente sorprendida por la convocatoria y la calidad de las preguntas de los asistentes a la charla de inclusión laboral con foco en diversidad sexual, se mostró la jefa de Inclusión y Marketing Interno en tiendas por departamento de Cencosud, Belén Contreras, quien suele dar exposiciones de este tipo en diversas empresas y fundaciones. Sobre todo después del bullado caso de Alessia Injoque, trabajadora Cencosud, que antes era Alejandro y catalizó un aceleramiento del cambio cultural que se venía viviendo en la empresa de Horst Paulmann, no sólo respecto de  la diversidad sexual, sino también con la inclusión de migrantes y personas con diversos grados de discapacidad.

Comenta que lo más complejo dentro de las instituciones, especialmente las más antiguas y tradicionales, es cuando se discute la libertad de pensamiento o el uso de los baños, un abanico que incluye cuestiones filosóficas profundas junto a otras prácticas y cotidianas. La experta recomienda que lo primero es “abrir ventanas para poder avanzar” e incluir a grupos desfavorecidos, con discapacidad o miembros de la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales). “Hasta hace poco las empresas evitaban problemas no contratando a gente diversa, en todo sentido. Hoy se está notando un cambio para valorar y aprender de la diversidad. Debemos derribar fronteras”.

Con respecto al aumento de la productividad al incorporar a esto grupos tradicionalmente discriminados, Belén asegura que eso lo da el tiempo, el largo plazo. “Muchas personas que no se sienten parte de estos grupos minoritarios agradecieron el espacio en Cencosud y hoy se sienten orgullosas de haber generado espacios de cambio y conversación para ellos. Abrirse genera confianza y felicidad en todas las personas de la organización. A la larga, mejora el clima organizacional, por lo tanto, también lo hace la productividad”.

-¿Por qué es importante que los políticos impulsen leyes de inclusión?

-La importancia de la ley es que ya las decisiones de inclusión no dependen de una persona. Se transforman en un derecho. La ley acelera los cambios, moviliza. Por ejemplo, la ley de inclusión para personas con discapacidad, que acaba de cumplir un año de su puesta en marcha en abril, tiene muchos peros pero son indudables los efectos positivos que ha generado en este grupo vulnerable. Antes, tenían que pedir un trabajo por favor. Hoy, es al revés: ellos son los buscados. La ley es un paso grande para el desarrollo del país.

Con respecto a la polémica generada por la ordenanza del municipio de Estación Central que busca sacar a personas que duermen en carpa del eje Alameda, la experta en inclusión, asevera que lo primero que debemos hacer en el país es un cambio cultural. “En Cencosud estamos trabajando en los currículos ciegos, donde sólo se muestran las habilidades y competencias, sin saber  datos del tipo dónde estudió o dónde vive”. Asevera que medidas como éstas ayudarán muchísimo a grupos vulnerables, que se veían en desventaja por vivir en zonas estigmatizadas o por venir de grupos excluidos, como son las personas en situación de calle, privadas de libertad, con repitencias escolares o diversos tipos de discapacidades. “Que pregunten en una entrevista de trabajo si una es casada o soltera, o si planeas tener guagua, ¡no debería importar!”, sostiene.

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