Anoche reinauguramos “Isla Flaca: Geografía de la Pobreza”. De Renca pasamos a Vitacura con el objetivo de cruzar mundos, sensibilidades, miradas, inquietudes. Creemos que fue un éxito.

–“Ojos que no ven”, es el título de una canción de Gepe, quien nos honra esta noche con su música y su presencia” -dijo anoche el capellán José Yuraszeck en la segunda vuelta de la muestra “Isla Flaca Arte: Geografía de la Pobreza”, que efectivamente contó con Gepe como número fuerte de cierre. (Lee la entrevista a Gepe aquí).

Con una amplia concurrencia, en un flamante y moderno edificio en Alonso de Córdova, la exposición de 6 trabajos donde sendos y conocidos artistas plásticos nacionales reflexionan sobre la pobreza, tuvo un nuevo envión.

Esta vez fue el jesuita Yuraszeck el llamado a explicar el sentido de la actividad artístico cultural del Hogar de Cristo. Estas fueron sus palabras:

“Hoy estamos en la segunda inauguración de esta exposición, Isla Flaca Arte. Hace dos semanas hicimos algo similar, en otro lugar de nuestra ciudad, el Centro Experimental La Perrera, en el Parque de los Reyes, a pasos del Puente Bulnes, en la comuna de Santiago. Hoy estamos convocados en este lugar, en la comuna de Vitacura. Y la exposición es, más o menos, la misma.
¿Qué sentido tiene moverse de un lado al otro de la ciudad, mostrando obras de arte que hablan de las situaciones de exclusión y pobreza en nuestra ciudad?
Junto el nombre de esta muestra con la imagen que por años ha tenido Chile… una isla flaca, separada del resto del mundo por la cordillera, por el desierto, por al mar, accidentes  geográficos.
En la misma ciudad cada uno puede vivir aislado en su propia isla.

Con esta exposición y la invitación que hicimos a estos 6 artistas -Antonio Becerro, Claudio Correa, Ignacio Gumucio, Bernardo Oyarzún, Alejandro Quiroga y Alejandra Prieto-, a los que agradecemos su generosa y creativa respuesta, queremos decir que nos necesitamos unos a otros, que queremos vincular los espacios de la ciudad que de otra forma permanecerían aislados. No son sólo los lugares físicos, las distintas comunas de la ciudad. Son el mundo del arte y la cultura, con el de la acción social, el trabajo de promoción humana integral. El Estado con el sector privado. Los chilenos con los migrantes que llegan a esta tierra y se van haciendo chilenos y algo cambia en nosotros también.

Que los sentidos se nos abran al mirar estas obras de arte. Que podamos mirar más allá de nuestras narices. Que se encuentren nuestras miradas mirando lo mismo. Que descubramos nuevos lugares de la ciudad. Que sigamos creando para transformar aquello que no nos gusta de ella”.