La investigación del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) se realizó entre agosto y diciembre de 2019 y abarcó a más de 46 mil jóvenes del país. Si bien hay cifras alentadoras, destaca el preocupante uso de tranquilizantes y estimulantes sin prescripción médica.

Por María Luisa Galán

Pocos días antes de que terminara el pandémico año 2020, el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), publicó los resultados del décimo tercer Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar. Participaron más de 46 mil jóvenes entre octavo básico y cuarto medio de diferentes regiones y colegios: municipales, particulares subvencionados y particulares pagados; en un trabajo de campo desarrollado por la empresa consultora IPSOS entre agosto y diciembre del 2019.

Hay cifras alentadoras, todas comparadas con los estudios de años anteriores, los que se realizan bianualmente. Una de ellas es la disminución en el consumo diario de tabaco y del uso mensual del alcohol. Mientras el primero disminuyó un 76,4% en la última década, el alcohol bajó un 4,2% en relación al 2017. Punto a parte fue la prevalencia del consumo mensual de alcohol durante el 2019, que alcanzó un 29,8% de los encuestados. Haciendo un zoom a estos últimos,  el 64% declaró haber estado embriagado, es decir, consumió cinco o más tragos en al menos una ocasión.

En el capítulo de marihuana, cocaína y pasta base, la primera droga descendió de un 30,9% en 2017 a un 26,8% en 2019. Mientas, las otras dos últimas tuvieron sólo una variación en décimas con respecto al estudio anterior.

Destacan en la investigación de Senda el uso de tranquilizantes y estimulantes sin receta, además de los inhalables, éxtasis y alucinógenos. En el caso de la primera droga mencionada, si bien en el 2017 su consumo bajó a un 8,6% después de un 2013 y 2015 con una cifra sostenida en un 9,5%, este 2019 volvió a encumbrarse, alcanzado un 9,3% de prevalencia. Similar escenario es el que ocurre con los estimulantes, alucinógenos y éxtasis, cuyo uso aumentó con respecto al estudio anterior.

Unos datos importantes y preocupantes. El uso de tranquilizantes no recetados en escolares es 6,6 veces mayor al consumo en adultos. Lo mismo ocurre en el campo de los inhalables, cuya prevalencia en jóvenes es 19 veces más que en población general y en el ámbito de los estimulantes es 9,3 veces mayor. El mismo escenario ocurre con otras drogas, en donde se devela que el consumo de sustancias en los jóvenes en edad escolar se eleva por sobre el de adultos.

Catorce años es la edad promedio de inicio de consumo de sustancias y según indica Senda en su estudio, los escolares chilenos lideran el ranking del consumo tabaco, marihuana, cocaína, pasta base y tranquilizantes no recetados en América. Puedes ver el estudio completo en www.senda.gob.cl

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