Ago
2020
Emprendimiento de la semana: Hermosa tiendita de ropa femenina.
En un ambiente laboral liderado por la presencias de mujeres, encontró una oportunidad de negocio: venta de vestuario para ellas, especialmente para aquellas con poco tiempo para salir a vitrinear. Hoy, en pandemia, sin posibilidad de paseos y shopping, sigue vendiendo full.
Por María Luisa Galán
Carolina Troncoso estudió técnico en administración de recursos humanos en el Duoc y trabaja en el área de reclutamiento y selección del Hogar de Cristo, un ambiente donde predomina la presencia femenina. “Siempre iba a comprar ropa al por mayor porque me gustan mucho las calzas, entonces me decían: ‘Qué lindas tus calzas’ y me preguntaban dónde las compraba. Les decía que iba a la Estación Central y hasta ahí llegaban. Entonces dije: ¿Y si traigo para vender?”, cuenta sobre la génesis de su emprendimiento, al que bautizó como “Tiendita Hermosa”.
Partió el 2016 vendiendo calzas, ideales para los talleres deportivos después del trabajo. No tenía página de Instagram ni de Facebook, sólo vendía a sus compañeras de trabajo. “Algunas son mamás y no tenían tiempo para ir a comprar ropa y entonces llegaba con novedades y para muchas era un alivio, decían: ‘Qué bueno que te tenemos acá’. Después me empezaron a pedir otras cosas, como beatles, chalecos, tapaditos y hoy vendo de todo: crops, ropa interior, se me abrió mucho el rubro, pero sólo para chicas”, relata con entusiasmo y orgullo sobre su pyme.
El proceso de la venta no es un trabajo sencillo. Implica dedicar tiempo para ir a comprar, revisar, ver que los productos sean buenos, sacarles fotos, publicarlos y, claro, venderlos. Un proceso agotador pero que le ha traído solo beneficios a Carolina. Hoy, a cuatro años de sus inicios, planea comprarse un perchero y un maniquí para modelar mejor las cosas.
Si bien al principio de la pandemia se paralizó, a los pocos meses retomó con mucho ímpetu su negocio. “Antes iba a la Estación Central a comprar en el almuerzo, volvía con dos bolsas gigantes y me iba sin nada en el mismo día. De varias áreas me veían con las bolsas y me las quitaban. Era mucho más fácil, pero ahora es mucho más complejo. Lo que hice fue seguir contactándome directo con algunos proveedores por teléfono, como la señora de la calzas. Ahora también busco por internet y ahí he encontrado a personas nuevas, pero siempre con miedo de que no me vayan a estafar”, cuenta Carolina sobre cómo se las ha barajado en estos días de confinamiento en que muchos de sus proveedores bajaron la cortina.
Pero la pandemia también le ha traído oportunidades: se enfocó en potenciar sus redes sociales, lo que le ha permitido expandir su clientela más allá de las compañeras de trabajo. Ahí publica todo lo que vende, e incluso tiene espacio para promocionar el negocio de su hermano sobre detergentes biodegradables. Está feliz y contenta, espera poder seguir potenciando su Tiendita Hermosa y poder terminar la ingeniería en recursos humanos.
La invitación es a visitar, vitrinear y recomendar este emprendimiento chileno al que puedes encontrar en su Instagram y Facebook. El reparto y entrega de los productos es a convenir.