Para cerrar el taller de teatro impartido en cuarentena, usuarios, trabajadores y voluntarios de la Hospedería de Linares presentaron la obra de teatro “Villa Esperanza”, escrita y actuada por ellos mismos. La idea fue generar conciencia sobre la realidad y discriminación de la que son víctimas las personas en situación de calle… y el objetivo se logró plenamente.

Por Daniela Calderón P.

“Lo que más me emocionó fue recibir los aplausos del público; por primera vez escuché voces de apoyo y no de crítica”, cuenta José Vilches (40), usuario de la Hospedería para personas en situación de calle de Linares, quien el miércoles 2 de diciembre presentó, junto a sus compañeros, la obra de teatro en la que trabajaron desde septiembre pasado y que titularon “Villa Esperanza”.

El guión, creado a partir de las vivencias de cada uno de los usuarios que se encuentran en cuarentena desde marzo pasado, forma parte del trabajo final del taller de teatro que la profesora Patricia Cartes impartió para entretener y hacer más llevadero el encierro y el aislamiento, producto de la pandemia. “Esta obra es el final del taller de teatro que comenzó con la única de idea de hacerlos pasar un buen rato, de hacerlos reír y que echaran a volar su imaginación. Pasamos por varios intentos de obra hasta que finalmente llegamos a crear esta pueblo ficticio de Villa Esperanza, que -como su nombre lo dice- es un lugar donde solo se necesita del apoyo de la comunidad para lograr cosas. Con esta obra buscamos que la gente tome conciencia de que hay personas que no tienen nada pero que son creativos y desean salir adelante”, cuenta.

Para demostrar los valores de inclusión e igualdad de esta Villa Esperanza, la obra de teatro debía contar con la participación de todas las personas que forman parte de la hospedería de Linares, desde la manipuladora de alimentos hasta los directivos, pasando por acogidos y trabajadores.

Verónica Toro (31) fue una de ellas. La asistente, que  lleva más de 5 años trabajando en la hospedería, no quiso estar ausente y fue parte importante del elenco de la obra. “Fue algo nuevo poder actuar con ellos. A veces el proceso era frustrante porque no nos salía la actuación, teníamos que repetir, tuvimos muchas tardes de ensayo. Finalmente, la obra resultó maravillosa y el resultado fue emocionante. Muchos se quebraron con los aplausos de los asistentes, algunos pensaron que era algo inalcanzable y que nunca podrían realizar. Varios de ellos no tienen familiares que los apoyen, pero saben que cuentan con la familia de Hogar de Cristo”.

Así lo siente José Vilches quien, tras interpretar al junior del alcalde, recomienda esta experiencia a todos los usuarios de las hospederías a lo largo del país. “Gracias a estos talleres pudimos conocer capacidades y talentos que teníamos ocultos. Con esta obra quisimos demostrar que somos seres con derechos y que queremos ser escuchados a través del teatro. Fue una oportunidad de liberar tensiones, de expresar nuestros pensamientos más escondidos. Creo que todas las personas de las hospederías a lo largo del país debieran tener la misma oportunidad que nosotros. A ellos les digo: créanse el cuento, somos de verdad, somos personas que tenemos capacidades ocultas que las podemos mostrar a todos sin tener vergüenza ni ser discriminados. Estoy feliz y soy un agradecido del Hogar de Cristo de Linares”, comenta.

Cecilia Ponce, directora ejecutiva del Hogar de Cristo en la región de Biobío y del Maule, fue invitada especialmente al estreno de “Villa Esperanza, en una función presencial en la Casa de la Cultura de Linares, que fue además grabada en video y te invitamos a ver aquí. “Esta obra fue un fruto virtuoso de todo lo que los usuarios han vivido en este tiempo de pandemia. Aunque este tiempo ha sido duro para todos, para ellos ha sido esperanzador y ha dejado este mensaje: la esperanza de que es posible tomar las riendas de su vida. Las personas en situación de calle han estado en el lugar que se merecen: en el centro de la ciudad, sobre un escenario principal, aplaudidos y reconocidos. Agradezco el privilegio de haber estado ahí”.

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