Así resumió la dirigente vecinal Melany Salas su sentimiento en la audiencia con la presidenta de la Convención Constitucional. En un acto de transparencia, las 9 organizaciones autoras del texto, transmitieron por Instagram la cita, un gesto poco habitual que fue muy alabado. El documento  hace propuestas constitucionales que buscan garantizar los derechos de los más excluidos del país.

Por María Luisa Galán

Felices y nerviosos estaban los cuatro invitados a la audiencia con Elisa Loncón, la presidenta de la Convención Constitucional, que se realizó en la tarde del 7 de septiembre en las instalaciones del ex Congreso Nacional en Santiago. Asistieron Vicente Stiepovich, director social de Techo; Melany Salas, dirigenta vecinal; Juan Cristóbal Romero, director ejecutivo del Hogar de Cristo, y Francisca Prat, estudiante del colegio Betania, de Fundación Súmate. ¿El motivo? Entregar el estudio “Constitución y Pobreza”, elaborado en conjunto por profesionales de nueve oenegés que trabajan en los territorios con los grupos poblacionales más pobres y vulnerables de Chile.  

En ellos cuatro estaban representados Fondo Esperanza, Infocap, Espacio Mandela, Servicio Jesuita a Migrantes, Centro Vives de la Universidad Alberto Hurtado, Comunidad Jesuita de Tirúa, el mencionado Techo junto a Fundación Vivienda y Hogar de Cristo. Muy amable e interesada, Elisa Loncón abrió el diálogo: “Estamos para escucharles y abrirles las puertas a todos los que necesiten incorporar materias y temas para proyectar la escritura de esta nueva Constitución. Son bienvenidos y les escuchamos”, dijo.

-Señora presidenta, lo que traemos acá es un documento que se llama “Constitución y Pobreza” que es una contribución que queremos hacer estas nueve instituciones que trabajan en sectores de pobreza y exclusión al diálogo de la Convención -respondió Juan Cristóbal Romero, en una reunión que, por lo demás, fue inédita. Como un acto de transparencia y conexión con la comunidad, las organizaciones transmitieron el encuentro en vivo por Instagram; un hito que fue muy bien evaluado evaluado.

Juan Cristóbal, continuó: “El libro presenta, primero, un diagnóstico de la realidad de la pobreza en Chile y también propuestas que buscan garantizar el ejercicio de derecho en temas como vivienda, trabajo, educación y salud de sectores de exclusión, que tradicionalmente no participan de este tipo de conversaciones. Este documento no nace de lo teórico, sino de las propuestas que levantaron 25 mil personas a través de un trabajo que se llamó Círculos Territoriales, el cual se realizó a lo largo de todo Chile después del estallido social. Ahí se recogieron sus propuestas, diagnósticos y necesidades. Incluía a personas en situación de calle, con discapacidad, privados de libertad, jóvenes excluidos del sistema escolar, personas de campamentos. Hoy, todo aquello, se materializa en este documento que busca estimular la conversación y no dejarlos al margen”.

Melany Salas continuó con el diálogo. Ella es madre de tres niños y dirigenta social en el cerro 18 de Lo Barnechea. Con el orgullo de estar ahí, dijo: “Queremos que nuestras peticiones sean escuchadas en el tema de vivienda porque se nos ha hecho muy difícil adquirirla. Yo también vengo por todas las mujeres, las madres solteras, esas abuelas y mamás que viven en situación de calle, que no tienen la oportunidad de llegar acá. Vengo con esa representación, para que seamos escuchadas”.

Luego fue el turno de Francisca, una joven de 18 años que está terminando su trayectoria escolar en la escuela de reingreso Colegio Betania, establecimiento de la fundación Súmate, ubicado en La Granja. Ella iba con el emblema de una educación gratuita de calidad, para que “todos podamos estudiar y que se nos escuche. Tengo amigos que vienen de la calle y quieren seguir estudiando, pero tienen que trabajar y les cuesta, como son adultos tienen que tener sus cosas. Es bueno que en los liceos nos ayuden, venimos de la calle, de otro sistema y de otra vida, entonces es bueno y que no nos dejen de lado por dónde venimos”, sostuvo la joven, quien señaló las escasa oportunidad de ingresar a la universidad por sus elevados costos.

Vicente Stiepovich, por su parte, retomó y complementó lo dicho por Juan Cristóbal Romero. “En los Círculos Territoriales nos fue muy bien porque fuimos capaces de ir hacia donde estaban estas poblaciones vulnerables, a los territorios donde cada institución trabaja. Nos ponemos a disposición para colaborar con la Convención. Creemos que es importante poner toda nuestra energía y capacidades territoriales para poder acercar y generar espacios de discusión. Sabemos que su trabajo es titánico, con poco tiempo, pero somos varios los que tenemos fe y esperanza en lo que está pasando aquí”.

Durante la audiencia, Elisa Loncon estuvo muy atenta y con mucha curiosidad de conocer más la labor en conjunto que realizan las organizaciones de la sociedad civil, destacando sobre todo su importancia para la solución de problemas territoriales. Así, durante los casi o un poco más de treinta minutos del encuentro, anotaba en su cuaderno lo relevante y recibió con mucho interés el documento “Constitución y Pobreza”. “Es conmovedor sentir el tema de la pobreza, porque por más que uno quisiera que la gente estuviera, hay que ir allá, y hoy ustedes nos acerquen esa realidad. El proceso del estallido social es el sentido de esta Convención, poder plantear derechos para todas y todos, la justicia social. Esas son las líneas de trabajo que nos invitan”, concluyó

Si quieres conocer más sobre estos 30 minutos de diálogo, puedes verlo en el Instagram del Hogar de Cristo.