Sep
2019
Concierto lírico emocionó a usuarios del Hogar de Cristo
Un concierto lírico de calidad internacional fue el que, el pasado domingo 1 de septiembre, se tomó las instalaciones de la parroquia Santa Cruz de la población Los Nogales y fue visto por más de 200 personas, entre acogidos del Hogar de Cristo y vecinos del sector.
Por Daniela Calderón Poblete
El evento no incluía código de vestimenta ni significó un costo en el ingreso para ninguno de los asistentes, porque el único motivo que existía tras toda esta producción liderada por el barítono chileno Javier Arrey era simplemente “compartir y llevar no sólo buena música, sino también amor y dignidad a quienes más lo necesitan”.
La cita estaba prevista para las 17:30, pero la preparación comenzó antes. Así lo relata Geofir González (78) usuario de la Casa de Acogida Josse van der Rest, quien apenas se enteró del evento fue corriendo a cambiarse de ropa para, según él, estar a tono. “Hace 27 años que no escuchaba un canto tan bonito. Los cambios de la melodía eran muy lindos. La levantada o bajada de la voz era perfecta”, dice comentando el concierto con un repertorio lírico que incluyó canciones “súper oreja” del género, como “Habanera” o “Fígaro”.
El concierto de cámara y canto “Compartiendo música, compartiendo amor”, creado por Javier Arrey, tiene 7 años de vida y busca acercar la música lírica a públicos que difícilmente pueden acceder a ella, tanto en Chile como en otros países.
“Las niñas cantaban muy lindo. Me impresionó la cualidad de las niñas para cantar tan fuerte teniendo un cuerpo tan pequeño”, observa Geofir, mientras nos muestra una de las fotos que le regalaron al final del evento donde aparece con su tenida formal, que incluye sombrero vaquero y una impecable chaqueta de cuero negra. “La voy a poner en un marco con vidrio para que la vean mis sobrinas”, agrega.
Geofir se refiere a las connotadas sopranos Paulina González y Pilar Garrido y a la mezzosoprano Evelyn Ramírez, que, vestidas con brillantes trajes largos, deleitaron con sus voces y actuaciones de óperas italianas, francesas y checas a los asistentes, muchos de ellos personas que han vivido durante años en situación de calle. Hubo varias vecinas del barrio y feligresas de la parroquia que competían en elegancia con las artistas. Eran las migrantes de nacionalidad haitiana, que sacaron sus mejores galas en consideración a la calidad del espectáculo.
Al terminar el concierto, los asistentes pudieron disfrutar de un cóctel donado por el Javier Arrey que impresionó a Geofir. “Nos dieron empanadas, sánguches, bebidas, café y té. Nos trataron como si fuéramos familiares”, reflexiona.
Mientras disfrutaban del cóctel, Enrique Vásquez (62), usuario de nacionalidad argentina del Hogar Abierto Padre Alberto Hurtado dijo que “siempre es bueno escuchar un poco de arte. Para mí fue espectacular, el nivel de los artistas fue excelente, se lucieron. Soy muy sensible, no me voy a poner a llorar, pero me sensibilizo con todo lo que tenga que ver con arte. Hay canciones que ya había escuchado grabadas y es emocionante escucharlas en vivo”.
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