Haciendo un llamado a no olvidar la cruda realidad que viven los jóvenes que se encuentran fuera del sistema educativo, quisimos sorprender a los transeúntes capitalinos con una llamativa estructura e importante mensaje: casi 100 mil jóvenes no pueden ir al colegio porque están excluidos del sistema educativo.

Este jueves  17 de marzo, cientos de personas se vieron sorprendidas por una llamativa estructura de más de ocho metros de altura instalada en una de las estaciones de metro más concurrida por los santiaguinos. Es que nuestra causa, a través de Fundación Súmate, reunió cientos de mochilas vacías para levantar una gran torre, para así evidenciar lo que viven miles de niños, niñas y jóvenes que están fuera del sistema educacional y que no han tenido las mismas oportunidades que el resto de la sociedad.

Nuestro Director Ejecutivo, Juan Cristóbal Romero, recalcó que esta intervención urbana promueve un llamado de atención al país en su conjunto. “Como Hogar de Cristo, a través de esta iniciativa que hemos llamado “Mochilas Vacías”, buscamos evidenciar esta alarmante realidad e invitar a tomar conciencia, dejar de lado los prejuicios y el estigma hacia los niños y jóvenes que no tienen las mismas oportunidades y por distintos motivos han quedado fuera del sistema educativo”.

Además agregó “Hoy en Chile, existe un sistema educativo que tiende a marginar y excluir a aquellos estudiantes que no se perfilan dentro de los “modos adecuados” de comportamiento. Son más de 99 mil niños, niñas y adolescentes entre 6 y 18 años los que no asisten a un establecimiento educacional, según datos entregados por la Encuesta CASEN 2013 y de ellos, 21 mil son los más pobres entre los pobres. Estos jóvenes no pueden siquiera marchar por su propia educación”.

A través del trabajo desarrollado en Súmate, Fundación Hogar de Cristo, se ha logrado que más de 2 mil jóvenes vuelvan a vivir la experiencia de regresar a la escuela y logren ser parte de una propuesta educativa que se centra en la nivelación de estudios y la entrega de habilidades necesarias para su reinserción escolar. Desde su experiencia, la Fundación plantea que es clave contar con estrategias educativas distintas y adaptables, que permitan habilitar y capacitar a los colegios en torno a la exclusión, porque la educación es un derecho que promueve la libertad y la autonomía de las personas. Por este motivo, ¡Los niños, niñas y jóvenes que experimentan cualquiera de las dimensiones de la pobreza tienen derecho a completar su educación!

Los jóvenes excluidos del sistema escolar podrían llenar dos veces el Estadio Nacional

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