Esta joven de 29 años participó en las clases de español que ofrece Fundación Emplea del Hogar de Cristo y hoy trabaja en la sede de la fundación en Maipú. Su testimonio en primera persona es inspirador y da impulso a sus compatriotas y a otros extranjeros a salir adelante.

 “Soy de la ciudad de Cabo Haití y vine a Chile después de estar en los Estados Unidos durante el 2016. Ese fue un año muy difícil para mí. Tengo tres hijos que viven con mis padres en la isla, una tiene 11 años, el otro 9 y el menor 7.

Encontré las clases de español del programa Kase Chen (“Rompiendo Barreras”, en creole) de Fundación Emplea, a través de una amiga, que también asistió al programa. Mi motivación principal fue aprender español, porque mi mayor desafío aquí había sido enfrentarme al público. Antes de asistir, estuve desesperada porque no encontraba trabajo ya que no entendía español.

Ahora, después del curso, estoy con pega, entiendo más y hablo mejor el español. De hecho, estoy viviendo la etapa más feliz de mi vida porque tengo trabajo y sigo aprendiendo. No solamente aprendí español a través del Kase Chen, sino que también hice muchas amigas nuevas, incluyendo la profesora del curso, Marie, quien es muy cercana.

Una de mis siguientes metas es aprender computación. Me interesa mucho el tema. Cuando era más joven, las cosas que quería eran viajar y conocer gente. Ahora, la cosa más importante para mí es ser recordada, que las personas habla bien de mí, que se sepa que hago todo correcto. Mi consejo es que debemos respetar a todo el mundo. Si uno respeta, te va a ir bien en la vida. También, otro consejo más técnico para los participantes de Kase Chen: asistan a cada clase que puedan, todos los martes y jueves.

Las personas más importantes de mi vida son Jesús y Dios. Han estado aquí todo el tiempo conmigo. En mi tiempo libre, leo la Biblia y hablo por el teléfono con mis amigas y mi familia en Haití”.

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