Abr
2019
Ángela Parra sobre suicidios: “Un cuarto de los alumnos recibe apoyo psicológico”
Esta futura ingeniera civil, de 22 años, ganadora del premio Espíritu UC debido a su labor social dentro de la universidad, tiene poco tiempo para practicar hockey y tocar el violín, pasiones que tiene desde antes de haber entrado al Liceo 1 de Niñas de Santiago.
Por Mauricio Bascuñán A.
La estudiante de quinto año de Ingeniería de la Universidad Católica se muestra muy orgullosa de su casa de estudios, de los logros que ha compartido con la Pastoral Universitaria y critica la indiferencia de sus pares invitándolos a detectar problemas que puedan afectar no sólo al rendimiento escolar sino la la salud mental de sus propios compañeros, que en algunos casos ha derivado en suicidios en el Metro.
Sus reflexiones tienen más peso aún en estos días en que alumnos de Arquitectura de la Universidad de Chile han aparecido denunciando su sobrecarga académica, que los conduce al estrés, al insomnio, a las noches en velas a punta de estimulantes para lograr rendir. Ella afirma que en su facultad este 2019 año ha sido duro. Comenta que en la UC dos veces al año, se reevalúa la continuidad de los alumnos que reprueban demasiadas materias o bajan las notas exigidas: “Hemos estado en boga todo el año porque se nos suicidan alumnos, se están lanzando al metro y otras cosas horribles. Cuando estás dentro, ves que los alumnos reciben apoyos para estos casos, que la universidad lo hace desde muchos lugares pero a veces no dan abasto”.
La consejera estudiantil sostiene que en la Universidad Católica se reciben 5 mil consultas de salud mental todos los años: un cuarto de los alumnos tiene problemas. “¡Son demasiados! La unidad de apoyo psicológico no logra atenderlos a todos”.
Pese a este desalentador panorama, Ángela sostien que un montón de personas sí hacen cosas para cambiar la realidad: “Existen estudiantes pares de apoyo universitario, con capacitaciones en prevención de suicidio, estrés, sufrimiento emocional, manejo de la ansiedad. Son voluntarios que se preparan para ayudar y llevan un lazo como distintivo. Aún son pocos los que se inscriben, pero nuestra labor es motivar”, afirma la joven que los últimos años acompañó a través de la Pastoral a niños, personas enfermas y reclusos privados de libertad.
-¿Cómo ven los jóvenes la pobreza en Chile? ¿Es preocupación de la juventud?
-Sí, hay preocupación. Se hacen proyectos en invierno, en verano. Lo que falta es que cada alumno se convenza de que con su trabajo se puede mejorar la vida de la gente. Este lugar es privilegiado para estudiar. Nuestro motor debería ser ayudar a las personas vulnerables, a las mujeres embarazadas o a los niños de Sename.
La joven premiada, que también estudió en Penta UC (centro de estudios que desarrolla el talento infantil y adolescente), cuenta que como consejera de su carrera ha entrevistado a más de 80 estudiantes en proceso de eliminación y actúa frente a la autoridad siendo una especie de “defensora”.
“Cuando los escuchas atentamente te das cuenta que ellos no llegaron a la instancia de expulsión universitaria por ser flojos. Todos tienen terribles historias detrás: casos de alcoholismo, drogas, pobreza extrema, gente que viene de hogares vulnerables y se mimetiza”. En muchos casos se vuelve complejo conocer los problemas familiares, ya que generalmente están relacionados con alcoholismo de un integrante de la familia, la depresión y hasta suicidios. “¿Cómo lo hacen?”, se pregunta constantemente Ángela, quien está segura que dentro de la institución hay profesores, trabajadores y directivos que incluso le pagan la carrera a algún alumno en situación de vulnerabilidad, o el psiquiatra a los que están deprimidos o en proceso de expulsión.
El premio Espíritu UC, definido por una comisión integrada por el rector Ignacio Sánchez Díaz, el vicerrector Gran Canciller, Luis Tomás Guillermo Scherz Take, el director de la pastoral, la consejera superior y la presidenta de la FEUC, le ayudará Ángela a impulsar proyectos sociales más grandes que impacten no sólo en la casa de estudios sino en la sociedad, como lo fue en su momento Techo o Enseña Chile, que se incubaron en esas aulas y que hoy son proyectos reconocidos no sólo en el país, sino en el continente.
¿Quieres apoyar a personas en situación de vulnerabilidad y pobreza?