May
2019
Alumnas UDD en Centro Terapéutico: “Estas mujeres son admirables”
Las estudiantes les propusieron a las usuarias que están en rehabilitación por consumo problemático de drogas en Quilicura, elaborar juguetes para rememorar su infancia. Esto para fortalecer el vínculo con sus hijos, que suelen ser el motor para salir adelante.
Jacqueline Otey A.
El Centro Terapéutico de Fundación Paréntesis del Hogar de Cristo recibió este jueves a un grupo interdisciplinario de 13 estudiantes de la Universidad de Desarrollo (UDD), quienes en el marco de la Semana i llevaron el siguiente desafío: “Taller de estimulación infantil para madres de programas sociales”. El objetivo de la actividad fue generar propuestas que ayuden a las usuarias a fortalecer el vínculo con sus hijos a través del diseño y elaboración de juguetes. Allí trabajaron junto a las 18 mujeres que viven en el lugar, algunas con sus niños, las cuales se encuentran en contexto de pobreza y tienen consumo problemático de drogas y alcohol.
Para Sucy Muñoz, jefa del centro terapéutico ubicado en la comuna de Quilicura, la actividad fue muy positiva, especialmente porque este tipo de iniciativas permite llegar a personas donde es importante instalar conciencia de la justicia social. “Es una forma súper concreta y directa de conectar a nuestros acogidos con jóvenes que no necesariamente están en lo cotidiano haciendo lo mismo que nosotros. En este caso, las estudiantes participaron de forma activa en su proyecto y trabajaron de manera coordinada con la profesora a cargo. Y todo resultó muy interesante para las usuarias que viven con sus hijos preescolares en el programa. La estimulación temprana, es algo que sirve muchísimo para poder trabajar el vínculo madre e hijo, que es uno de los objetivos transversales que vemos aquí todos los días con ellas”.
Tamara Oyarzo (25) es una de las usuarias que participó en la actividad. Dice: “En el taller, la profesora me preguntó qué me faltó en mi infancia. Le respondí: muñecas, nunca tuve porque una, porque crecí entre hombres. Por eso sugerí hacer muñequitas de papel. Me interesó participar de la actividad porque en este momento estoy desintoxicando mi cuerpo y, en el futuro, quiero ser madre”.
Génesis Pardo (29) lleva cuatro meses en el centro terapéutico donde vive con su hija Renata de dos años y cuatro meses. “El taller me gustó mucho y, aunque nos llega especialmente a las que tenemos hijos, nos ayuda a todas porque nos conectó con nuestra infancia. Fue muy bonito. Durante la actividad me preguntaron qué podía servir para el taller y yo sugerí hacer un dominó de colores. Esto lo planteé porque mi hija los está descubriendo”.
Paola Arriagada (56), lleva seis meses en el centro y señaló que el taller de estimulación infantil la hizo recordar sus primeros años de vida. “Fui la hija menor y mis padres me estimularon mucho cuando era chica; lo mismo hice yo con mis hijos. Hoy este tipo de ejercicios me están ayudando a enfrentar la vida con arrojo, especialmente en esta etapa que estoy viviendo aquí”.
SEMANA INNOVADORA
Semana i es un programa que se realiza durante tres días a partir de desafíos dirigidos a alumnos de la Universidad del Desarrollo, los cuales son propuestos por docentes de la entidad, empresas e instituciones, y busca fortalecer el desarrollo de competencias, a través de la interdisciplina y colaboración intergeneracional. Esto para entregar propuestas y soluciones innovadoras a problemáticas actuales.
María Fernanda Contreras, cursa segundo año de enfermería de la UDD y participó del desafío que se realizó en el Centro Terapéutico de Fundación Paréntesis. Lo que más le llamó la atención es que las mujeres que están en el Centro llegaron a él por voluntad propia. “Se trata de una novedosa modalidad de rehabilitación ya que cada mujer se propone su objetivos y van avanzando a su ritmo. Las madres que llegan aquí lo hacen porque realmente quieren hacer un cambio en sus vidas. En este caso, el desafío está enfocado a la relación madre e hijo, y considero que es muy importante para ellas porque les da herramientas para poder resurgir. Es una forma, para tener un norte”.
Por su parte, Belén Gatica, estudiante de tercer año de Educación de Párvulos, señaló que fue una experiencia nueva que le permitió compartir con mujeres en rehabilitación que tienen testimonios conmovedores. “Haberlas conocido nos sirve de experiencia de vida y para poder aportar en lo que necesitan. Siento admiración por ellas, porque tomaron la decisión de rehabilitarse. También sirve para valorar lo que tenemos”, dijo.