Feb
2020
Alejandra Mehech, presidenta del directorio Hogar de Cristo: “Sin personas, no hay empresa”
En una fundación donde el 81% de las trabajadoras son mujeres, la ingeniera comercial de la Católica, que ha trabajado por décadas en recursos humanos, se convirtió hace pocos meses en la primera mujer en presidir nuestro directorio. Ad portas de un mes conflictivo, marcado por demandas de igualdad de género, habla de lo social en el amplio sentido.
Por Ximena Torres Cautivo
No cuesta nada imaginársela de niña, vestida de girlscout, ocupada de recoger hasta el último rastro de basura post campamento para dejar el lugar mejor de cómo estaba al llegar. Alejandra Mehech (56), ingeniera comercial de la Universidad Católica, directora de empresas, académica y flamante primera presidenta del directorio de la fundación Hogar de Cristo, cargo en el que sucede al economista José Pablo Arellano, habla aquí de qué significa la responsabilidad social. Tanto en lo personal como en lo empresarial.
Dice:
-Es algo que viene desde la familia y el colegio. Servir con sencillez y alegría ha sido un lema que he tratado de hacer presente en todo lo que he hecho y quizás por esa necesidad de “ver al otro” es que me incliné por el área de recursos humanos dentro de todas las áreas posibles de la ingeniería comercial. Siempre estuve involucrada en temas sociales de distinta naturaleza, desde aportar con trabajos voluntarios en el colegio hasta hacer aportes en dinero a causas sociales cuando comencé a generar mis propios ingresos. Sin embargo, hace ya bastante tiempo tomé la decisión de comprometerme. Partí con temas relacionados con la educación, algo que me apasiona, porque he podido ver cómo se pueden cambiar vidas con una buena educación. Luego, siendo parte del directorio de la Fundación Paréntesis y ahora como parte del directorio del Hogar de Cristo. Me duelen las inequidades, la falta de dignidad y de oportunidades y siento que todos estamos llamados a colaborar en las causas de la justicia social, desde el lugar que más se ajuste a tus preferencias y gustos.
Alejandra fue durante dos décadas responsable en distintos grados de la administración de personas del Grupo Santander, lo que nos lleva a plantearle:
-Dentro de un mundo más bien masculino –el de la administración de empresas–, las áreas de “recursos humanos” suelen ser reducto de las mujeres y sus habilidades blandas. ¿Crees que eso es así o es uno de los muchos prejuicios de género?
-Yo me incliné por el área de recursos humanos como una forma de expresar mi vocación por el “otro”, entendiendo que las personas son y serán siempre el centro de la empresa; sin personas, no hay empresa. Quizás, en una vista generalizada de la función del área de recursos humanos, se tienden a sobrevalorar las –mal llamadas– habilidades blandas y, también en forma general, se tiende a pensar que las mujeres tienen más de ese tipo de habilidades. Por otro lado, creo que las características femeninas del liderazgo (que dicho sea de paso están presentes tanto en hombres como en mujeres) han permitido que con mayor frecuencia las mujeres lleguen a ocupar posiciones de liderazgo en áreas de asesoría y apoyo más que en áreas de línea, por lo que, quizás desde ahí, es posible pensar que efectivamente en el desarrollo de las carreras profesionales de las mujeres ha habido prejuicios de género y sesgos inconscientes. Ahora bien, es importante recordar que la incorporación masiva de la mujer a la fuerza laboral en Chile no es un fenómeno tan antiguo y aún sigue siendo escasa. Recién en los últimos 20 años ha sido posible ver cómo las mujeres han ido tomando posiciones de mayor relevancia en las empresas. Pero si esperamos que todo cambie con el curso natural de las cosas, tendremos que esperar demasiados años. Por eso es imprescindible incorporar de manera consciente los cambios que se requieren para que, tanto hombres como mujeres, compitan en igualdad de condiciones por cualquiera de las posiciones de la estructura jerárquica de las empresas, permitiendo así una mayor complementariedad en los equipos directivos, con todos los beneficios que ello conlleva.
La académica y ejecutiva forma parte de una red de mujeres profesionales que busca contribuir a la inserción de mujeres en posiciones de liderazgo y en la alta dirección de todo tipo de organizaciones, pero no se define como feminista.
-Se viene marzo, un mes sensible en cuanto a reivindicaciones feministas, ¿cómo se inscriben las mujeres vulnerables, cuya lucha consiste en sobrevivir al día día, en ese movimiento? ¿Ves que estén siendo consideradas?
-El movimiento feminista ha tomado mucha fuerza en el último tiempo. Cómo no recordar la celebración del Día de la Mujer de 2019; multitudinaria y con diversas formas de expresión de las reivindicaciones feministas. En este contexto, hay organizaciones que han puesto con mucha fuerza las necesidades de las mujeres vulnerables; sin embargo, siento que muchas de las reivindicaciones que se expresan colectivamente no están totalmente alineadas con esas necesidades sino más bien con la conceptualización de la igualdad entre hombres y mujeres.
-En los 90 se instaló el concepto “feminización de la pobreza”, pero hoy se prefiere hablar de “las causas de la feminización de la pobreza”, ya que el primero no aborda los porqué del fenómeno sino que exige a las jefas de hogar pobres mucho más que a los jefes de hogar pobres. ¿Qué piensas de este concepto? ¿Son naturalmente más pobres las mujeres que los hombres?
-Cuando se analizan los datos de pobreza es posible ver que las mujeres, en promedio, son más pobres que los hombres y, tal como dices, lo que hay que estudiar y abordar son las causas de la feminización de la pobreza. En ese sentido y, sin haber profundizado en el fenómeno, me cuesta pensar que “naturalmente” las mujeres sean más pobres que los hombres. Nacemos iguales pero desde la primera infancia vamos condicionando socialmente los roles de hombres y mujeres. Esta situación luego se ve afectada por otros factores que llevan a que finalmente menos del 50% de las mujeres de entre 15 y 64 años sea parte de la fuerza laboral o que más del 85% de los hogares monoparentales tengan una jefa de hogar… Se sabe que las causas son múltiples y, por lo tanto, las soluciones tienen que darse en muchos ámbitos: culturales, educacionales, en el ámbito de las políticas públicas, entre otros. Ha habido avances importantes en los últimos años, en particular en la toma de conciencia de esta situación, pero aún falta mucho por avanzar.
Alejandra está casada desde hace 29 años y tiene 4 hijos. Con el Hogar de Cristo, “se casó” primero con Paréntesis, que corresponde a la línea que trabaja el consumo problemático de alcohol y de otras drogas de hombres, mujeres y jóvenes de alta pobreza y vulnerabilidad.
Comenta: “Era una realidad que hasta entonces había sido lejana para mí. Ahí comprendí que desde el directorio podíamos apoyar el trabajo que hacía la Fundación para que las personas recuperaran el control de su vida luego de haberla puesto entre paréntesis por el consumo de alcohol y otras drogas”. En 2018, fue invitada a integrarse al directorio del Hogar de Cristo, fundación creada por un hombre, un activista social que llegó a convertirse en santo, Alberto Hurtado, pero apoyado desde sus inicios por mujeres. Hoy la causa tiene 3.500 trabajadores, de los cuales el 81% son mujeres, por lo que parece de toda lógica y justicia tener una presidenta en el directorio por primera vez en estos 76 años de existencia. “En 2018, al integrarme al directorio del Hogar me sorprendió la gran cantidad de actividades y causas que se gestionaban, tal como me impresionó la diversidad profesional de sus integrantes, lo que cubría muy bien los requerimientos del trabajo. Me encontré con un equipo muy acogedor, competente y comprometido. En esta misma línea y desde hace ya varios años, el directorio cuenta con un cierto equilibrio de género entre sus integrantes y en la actualidad habemos tres mujeres en él, casi la mitad de los integrantes”.
Junto con Alejandra, están la periodista Carmen Gloria López y la doctora en políticas sociales Carolina Muñoz.
-¿Cuáles serán tus énfasis en este nuevo rol? ¿Qué línea de acción de las al menos 8 que tiene la fundación es la que más te conmueve?
–Seguiré apoyando el gran trabajo que realiza el equipo directivo del Hogar, con la mayor cercanía posible en todas y cada una de las líneas de acción que hoy gestionamos. La misión que tenemos de acoger y convocar ha estado muy presente en el trabajo realizado desde el directorio y espero que podamos seguir profundizándola, en la búsqueda de esa mejor sociedad que todos anhelamos. Asimismo, tenemos que seguir atrayendo a nuevos aportantes y buscando nuevas fuentes de financiamiento para darle sostenibilidad en el largo plazo a la obra del Hogar. En cuanto a las líneas de acción que hoy gestionamos me es imposible decir cuál de todas me conmueve más, ya que en todas ellas veo vulnerabilidad, fragilidad, dolor y exclusión. En línea con lo anterior, y a la luz de lo recogido en los Círculos Territoriales, que post 18 de octubre nos han permitido escuchar, directamente en los territorios, los diagnósticos, temores, propuestas de solución, debemos seguir impulsando con fuerza la inclusión de los más excluidos de la sociedad, aquellos a los que el desarrollo no ha alcanzado, aquellos que han sido invisibilizados y que no han tenido la oportunidad de tener una vida digna y justa.