Este es el lema que inspira el quehacer del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS), que desarrolló su seminario anual en Buenos Aires, con la participación de 500 personas de todo el continente. Ingrid Gallardo asistió desde Santiago por el Hogar de Cristo; esta es su experiencia.

Por Ingrid Gallardo

Como capacitación para el Área de Comunidad, nos invitaron  a participar en el  21° Seminario Internacional  de Aprendizaje y Servicio que se llevó a cabo el pasado 23 y 24 de agosto en la ciudad de Buenos Aires. Fue nuestra primera experiencia en un ámbito internacional en este tema del que ya Chile forma parte activa a través de la Red Chilena de A+S, denominada REASE.

La experiencia fue muy gratificante, ya que no sólo nos encontramos con medio millar de personas de las más diversas nacionalidades, sino que experimentamos juntos que la fuerza e inspiración de jóvenes y adultos convencidos de que la solidaridad y el aprendizaje es una fórmula virtuosa. Una mezcla clave para desarrollar sociedades más inclusivas y potenciar el rol fundamental de las instituciones encargadas de formar personas integrales. Hablar en sintonía, compartir dificultades y sobre todo escuchar buenas prácticas, contribuye a que estas comunidades se fortalezcan y crezcan  para que así la solidaridad se expanda como un virus en pleno brote epidémico. Ese era el sueño  de nuestro fundador Alberto Hurtado y continúa siendo parte de nuestras convicciones, las de hoy, las de antes y las del futuro.

Hogar de Cristo, como varias otras organizaciones y fundaciones, forman parte de lo que en esta metodología se denomina “el socio comunitario”. Es decir, los alumnos de colegios y universidades desarrollan un proyecto de aprendizaje y servicio, A+S, donde se encuentran con personas y realidades distintas, las conocen a fondo, logran hacer un diagnóstico de sus necesidades, y aplican los aprendizajes de diversas asignaturas y disciplinas. Eso produce el milagro: el cambio de mirada respecto de la pobreza y la exclusión.

Conseguir eso es una responsabilidad muy grande, en la que ya tenemos mucha experiencia, pero donde cualquier nuevo aprendizaje permite hacer más y mejores proyectos de participación e inclusión. La vivencia de aprendizaje y el espíritu de servicio de los niños y jóvenes de hoy será  la siembra para la mejor cosecha de adultos involucrados con la superación de las injusticias de nuestro país y del mundo.

“Aprender sirve, servir enseña”, es el lema bajo el cual surge el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS), que busca contribuir al crecimiento de una cultura fraterna y participativa en América Latina a través del desarrollo de proyectos educativos solidarios. El CLAYSS  fue fundado el 26 de febrero de 2002 en Buenos Aires, Argentina. Hoy tiene una red de colaboradores en Argentina, Uruguay y Brasil, y desarrolla sus actividades en América Latina, pero también en África, Europa y otras regiones del mundo.

Sus objetivos son básicamente tres: promover el desarrollo de la propuesta pedagógica del aprendizaje y servicio solidario en América Latina; ofrecer capacitación a directivos, docentes y estudiantes de todos los niveles y modalidades educativas, así como a organizaciones comunitarias y de la sociedad civil y empresas, para el desarrollo de proyectos educativos solidarios; y contribuir al desarrollo de proyectos de aprendizaje-servicio solidario en escuelas, instituciones de educación superior y organizaciones juveniles y sociales.

El 4 y 5 de octubre replicaremos un encuentro similar a nivel nacional, en Chile, en La Serena. Así esperamos que esta metodología siga intalándose en el trabajo, tanto del mundo académico como de las organizaciones sociales chilenas.

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