Durante la Copa América, cientos de acogidos y participantes de programas sociales de Hogar de Cristo han compartido tardes de esparcimiento siguiendo a la Roja en Brasil.

Por Mauricio Bascuñán A.

Toda la Copa América, especialmente en los partidos de la primera fase de la competición continental, los acogidos, voluntarios y participantes de la causa del Padre Hurtado se han organizado en varias ciudades para ver por televisión los encuentros con Ecuador, Japón y Uruguay. Todos siempre con el ánimo bien arriba, pese a que muchos han sufrido de diversos grados de exclusión social o rechazo de sus familias y amigos, al haber vivido años en situación de calle, o –en muchos casos- abandonados por su condición de adulto mayor en situación de pobreza.

“Ver el partido y las actividades comunitarias que logramos generar tienen como sentido mejorar la empatía y la solidaridad entre las personas. Queremos que los participantes se sientan como en su casa, y por eso ellos mismos se han preocupado de mejorar los espacios y pintar la fachada”, menciona Alexis Valenzuela, encargado de la hospedería Álvaro Lavín, donde más de una decena de adultos y jóvenes disfrutan los encuentros de Chile en Brasil.

“Esta es una hospedería de personas jóvenes y adultos, los fines de semana juegan a la pelota con su monitor, entonces el deporte está instaurado, o sea, la mayoría es futbolero”. Valenzuela destaca que desde el inicio de la Copa los integrantes de la hospedería han decorado el lugar con banderas chilenas, camisetas y diversos recuerdos del bicampeón de América.   

Por las residencias Josse Van Der Rest de Estación Central, San Bernardo y Álvaro Lavín, de Santiago Centro, recogimos las mejores imágenes de los encuentros de la primera fase. Todos con sus camisetas rojas, vuvuzelas o animando a los deportistas chilenos con un “cehacheí”, siempre animados pese a los duros golpes que les ha dado la vida.

Posibilitar la recreación y un ambiente colaborativo en las decisiones de nuestras hospederías es clave para mejorar la convivencia y la inclusión social. A este tipo de actividades, como la de los partidos de la roja, se suman los talleres de arte, movilidad, madera y carpintería (como Expreso, para adultos mayores), y otros. Oportunidades que permiten que los participantes o personas en situación de calle, logren adquirir hábitos saludables para seguir sus procesos de cambio.  

Porque los chilenos más vulnerables son ciudadanos con derechos y la ilusión futbolística que despierta La Roja también los hace vibrar, seguiremos alentando a nuestros jugadores con todo el corazón, este viernes 28 ante Colombia o en la semifinal y final, si contamos nuevamente con goles de Aránguiz, Vidal o Sánchez en las canchas de Brasil.

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