En este crítico contexto social, el Programa Socioeducativo de Fundación Súmate en La Serena, representa una alternativa para los jóvenes que están fuera de la escuela en Coquimbo. “Es un alivio que ahora esté en Súmate, acá no está perdiendo el año, le mandan ejercicios por el WhatsApp, hacen reuniones grupales por internet, todo para no perder el año escolar”, explica Claudia Huerta, madre de Cristián Muñoz, alumno del programa educativo de Súmate.
Por Matías Concha
Es relevante el dato que entregó el ministro de Educación, Raúl Figueroa, hace unas semanas, pero pasó inadvertido en medio del incremento de muertes y contagios por coronavirus: casi 40 mil niños, niñas y jóvenes abandonaron el sistema escolar en 2020 a causa de la pandemia. Una realidad que es abordada por fundaciones como Belén Educa, cuyos profesores van casa por casa buscando a los alumnos que se están descolgando de las clases, para dárselas en un pupitre que instalan en una plaza cercana o en el pasaje donde viven. Fundación Súmate del Hogar de Cristo, por su parte, se empeña en mantener a los niños y jóvenes más vulnerables del país que ya habían abandonado la escuela ligados y motivados con ella mediante programas socioeducativos o establecimientos de reingreso.
El Programa Socioeducativo Súmate es una oportunidad concreta para jóvenes que están fuera de la escuela en Coquimbo. Ubicado en el sector de Las Compañías de La Serena, hacia el norte de la ciudad, le entrega a los jóvenes una variada oferta online de talleres socioemocionales, artísticos, culturales y acción social; todo esto con el fin de que los alumnos puedan reconocer sus talentos. “Acá trabajamos temas como la identidad de género, la violencia, el cómo cuidarnos en las redes sociales, el estrés”, dice Cristián Muñoz, 15 años, participante del programa de Súmate.
Por su parte, Claudia Huerta, madre de Cristián Muñoz, revela: “Mi hijo estudió en colegios especiales, él tiene déficit atencional con hiperactividad, vivió muchas discriminaciones. Le costaba mucho aprender, lo echaban de clases, lo suspendían. Por eso es un alivio que ahora esté en el programa de Súmate, acá no está perdiendo el año, le mandan ejercicios por el WhatsApp, hacen reuniones grupales, todo para no perder el año escolar. La idea es que pueda retomar sus estudios cuando la pandemia pase, él lo necesita”.
En la Región de Coquimbo hay 7.149 niñas, niños y jóvenes excluidos del sistema educacional, una cifra que data de la vida pre pandemia, lo que con la actual crisis sanitaria se ha incrementado en 40 mil a nivel nacional. En este difícil contexto social, para los docentes del programa educativo de Súmate, la falta de computador, tablet y/o acceso a internet, no es excusa. “Comenzamos con empezamos con talleres virtuales y WhatsApp. También les llevamos guías a la casa o los llamamos para saber cómo están o qué apoyo necesitan, ahora último les entregamos chip de conexión a internet… No es lo ideal, pero nos ha funcionado, lo importante es que la gente sepa que aún quedan cupos para los niños que quieran volver a estudiar”.