El movimiento estudiantil se ha organizado junto a los estudiantes secundarios para interpelar la agenda de gobierno relacionada con la reforma educacional. Falta, sin embargo, la inclusión de quienes están fuera y merecen oportunidades.
Si bien esta generación altamente escolarizada es consciente de la necesidad de una educación pública y de calidad, resulta preocupante que haya más de 100 mil jóvenes fuera del sistema escolar tradicional, de los cuales un 60% se encuentra en condición de pobreza multidimensional según la última encuesta Casen 2013. Este asunto, aunque indignante, no ha tenido la impronta requerida en el debate público, siendo un tema de primerísima prioridad por las evidentes externalidades negativas que conlleva.
Todos debemos “marchar” día a día por los jóvenes que han sido expulsados del sistema formal o no encuentran una alternativa educativa acorde con sus contextos de privación, invisibilización y exclusión.
Este año, el Banco Mundial ya ha puesto una voz de alerta sobre la situación de los jóvenes que no estudian ni trabajan en Latinoamérica, y Unicef sobre la desigualdad respecto al bienestar infantil en el marco de los países de la Ocde. Asimismo, durante este mes, la Red por las Trayectorias Educativas debatirá las bases para la creación de la modalidad de escuelas de segunda oportunidad en Chile. En el país que queremos vivir, donde el derecho a la educación es efectivo, no queremos que nadie se quede atrás.
Liliana Cortés Rojas
Directora Ejecutiva
Fundación Súmate
del Hogar de Cristo